martes, 9 de diciembre de 2008

Carlos Mántica: “Lo primero es ser cristiano, y luego, lo demás”

Publicado el 08.08.2008 en la revista Vida Nueva

Texto Vicente L. García

Impulsor de la Renovación Carismática en Nicaragua

Carlos Mántica, más conocido como Chale Mántica, es un nicaragüense comprometido con su tierra y reconocido como personalidad relevante en diversos frentes: en el mundo empresarial, literario, folclorista, político y eclesial. Entre sus avales se encuentran una cadena de supermercados y otras empresas de venta de coches o de muebles. En su faceta de escritor le encontramos como autor del libro El habla nicaragüense, y es uno de los más fervientes traductores del clásico de la literatura nacional nicaragüense El Güegüense.

En lo político, desde la más absoluta libertad, como él mismo reconoce, ha sido asesor de varios presidentes de su país. Y en lo eclesial, a este “aprendiz de cristiano”, como le gusta definirse, la fundación de la comunidad Ciudad de Dios, hace más de 30 años, enmarcada en el Movimiento de la Espada del Espíritu, le convierte en todo un referente para muchas personas.

Un momento clave en su vida fue su participación, en 1965, en un cursillo de cristiandad, y a partir de ahí, y según dice Chale, “el Señor tuvo el mal gusto de elegirme para iniciar la Renovación Carismática en Nicaragua”. Según él, los Cursillos de Cristiandad en Latinoamérica, y en Nicaragua de manera especial, han sido “el gran semillero de la transformación de la Iglesia”. Y, “aunque hayan perdido clientela, siguen estando vigentes”, añade.

Carlos Mántica ha recorrido medio mundo ofreciendo su testimonio y, desde su experiencia, afirma que “la gran labor evangelizadora de la Iglesia [al menos en los últimos 50 años que él conoce] ha estado siempre en manos de los laicos”. No obstante, señala cómo los obispos han tenido que salir al paso muchas veces ante “la cantidad de tonterías que se llegan a hacer, fruto del analfabetismo integral que llevamos dentro y que de teología no se sabe nada”. “Otra cosa -apunta- es que al final, los movimientos laicales acaban siendo reconocidos por sus frutos, aunque se sigan haciendo tonterías”.

En referencia a la llamada “prudencia pastoral” por la que se rigen algunos obispos y sacerdotes a la hora de tratar con los movimientos laicales, Chale señala que “lo que no han entendido todavía es que si es obra del Espíritu, no la podrán parar, y que muchas veces esas tonterías que se hacen son consecuencia de una falta de acompañamiento de esos laicos por parte de obispos y sacerdotes”. Por ello, él es más defensor de la “pastoral de acogida prudente” que de la simple “prudencia pastoral”.

Recientemente, Chale ha pasado unos días en Vitoria, alojado en casa de su amigo y “hermano” Victoriano Arizti, a quien Carlos Mejía Godoy apelase en una canción como ‘trotamundos vasco’. Su trayectoria y sus diversas visitas a España le permiten realizar un análisis de la realidad eclesial de nuestro país, en donde dice haber encontrado “un indiferentismo tremendo. España ha dejado de ser un país misionero para ser unpaís de misión. La primera vez que vine a este país lo hice para evangelizar y ya me parecía un atrevimiento por mi parte, pero esa es la realidad. He encontrado aquí a mucha gente que ha pretendido encontrar respuestas en el cristianismo para vivir en esta sociedad de consumo, y el cristianismo no está para dar respuestas a nuestras ansias de consumismo”.

Las claves de su labor, en los diferentes ámbitos, y de su trayectoria humana, profesional y cristiana las concentraría Chale en dos palabras: “El asombro y la disponibilidad”. Y añade: “Para mí, lo primero es ser cristiano, y luego, todo lo demás. Aunque para ello nunca he dejado de cumplir mis obligaciones en otros ámbitos por llevar adelante asuntos ‘pastorales’, siempre he procurado distribuir mi tiempo y establecer un orden de valores buscando siempre hacer la voluntad del Señor”.

En esencia

Una película: Prefiero la serie House, que retrata muchas realidades del mundo moderno.

Un libro: La Biblia.

Una canción: Nicaragua, Nicaragüita, de Carlos Mejía Godoy, marxista y gran amigo.

Un deporte: Solía ser la natación; a los 74, sólo pensarlo, te resfrías.

Un rincón: Mi casa en Nicaragua, con 18 nietos y 4 biznietos.

Un deseo frustrado: Ser santo.

Un recuerdo de la infancia: Sentado en las rodillas de mi papá, contándome cuentos.

Un aspiración: Llegar a tatarabuelo.

Una persona: Mi nieta Mariana, de 3 años.

La última alegría: Todavía no la tengo.

La mayor tristeza: La pérdida de mi padre.

Un sueño: Terminar dos libros que tengo “cocinándose”.

Un regalo: Ver una Nicaragua libre.

Un valor: La humildad.

Que me recuerden por… La comunidad Ciudad de Dios.

domingo, 23 de noviembre de 2008

El GÜEGÜENCE, PICARDÍA E INGENIO

PRESENTACIÓN DE
El GÜEGÜENCE, PICARDÍA E INGENIO
Carlos Mántica
Noviembre, 2008
Dedicatoria: Al extraordinario autor anónimo que nos
legó esta obra maestra de la picaresca indo hispánica

En ocasión del Coloquio sobre El Güegüence, celebrado el 10 de mayo del presente año (2008) en los locales de la Universidad Americana (UAM) aplaudí la estupenda labor realizada en los últimos años en favor la preservación y divulgación de su música, sus danzas y su vestuario, lamentando, sin embargo, la falta de logros similares de cara a la representación completa de esta obra extraordinaria.
Trasmitido de generación en generación en un dialecto que, según el Dr. Karl Herman Berendt, en 1874 ya nadie entendía, sus fieles guardianes continuaron recitando tenazmente sus 314 parlamentos, a gritos y sin inflexiones en la pronunciación porque, olvidado el lenguaje, habían olvidado también el significado de sus propias palabras y la trama misma de la obra que, por no entenderse, poco a poco se dejó de representar como comedia en nuestras calles.
Fue la obra completa, sin embargo, la que mereció su distinción como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad y me propuse entonces escribir una traducción de la comedia que la hiciera inteligible para todos y pudiera una vez más representarse en todo su esplendor. La ofrecí gratuitamente al Instituto Nicaragüense de Cultura, renunciando a toda forma de remuneración con el fin de que pudiera llegar al mayor número posible de personas y que, con el apoyo de la UNESCO, llega ahora a ustedes.
En ella se ofrece una paráfrasis que facilita su comprensión, pero sin adulterar el sentido de sus parlamentos; con adaptaciones al habla nicaragüense que por su picardía e ingenio los hará reír a carcajadas, y agregando un Vocabulario y unas Glosas que permitirán al estudioso constatar la fidelidad de esta nueva traducción.
Al presentarla hoy a Uds. deseo, sin embargo, hacer un par de aclaraciones:
La primera es que me he limitado a TRADUCIR al lenguaje moderno los parlamentos publicados por Daniel Brinton en 1883, los que tomé como base después de cotejar minuciosamente los diferentes “originales” descubiertos a esta fecha, y comprobar que sus escasas diferencias, mayormente ortográficas, no alteran el contenido esencial de la obra.
Otros autores han ido más allá de la TRADUCCIÓN y han escrito INTERPRETACIONES del Güegüence optando por una reescritura de la obra con el fin de enfatizar su condición de teatro de protesta, o de adaptar la trama a las realidades de nuestra época. Pienso ahora en las versiones representables en escena del Dr. Alejandro Dávila Bolaños, del Dr. Fernando Silva y de Alberto Icaza, entre otros. Tales interpretaciones también son necesarias.
Lo mismo puedo decir de los estupendos estudios filosóficos, sociológicos e históricos de Jorge Eduardo Arellano, de Pablo Antonio Cuadra, de José Daniel Prego, y de tantos otros de diversas disciplinas que no se limitaron a traducir sus parlamentos. Pero mi propósito ha sido mucho más modesto.
La segunda aclaración, y casi una advertencia, es que el presente trabajo contiene evidencias que modifican en no poca medida algunas de las creencias que por largo tiempo se han divulgado con respecto a nuestro Güegüence y que sorprenderán, e incluso pueden molestar, al lector.
El estudio más profundo de la jerga en que está escrito y la existencia de ciertas realidades históricas debidamente documentadas, pero que no se investigaron suficientemente en su momento, han ido sacando a luz nuevos elementos que modifican algunas creencias acerca de El Güegüence, y que ponen fin a errores ampliamente divulgados.
Pero quizás más importante que estos aportes históricos, es el análisis de lo que en la obra misma está escrito en castellano y que cualquiera puede entender sin necesidad de recurrir a un diccionario náhuatl. Importante porque lo que se ofrece no es ya la opinión, calificada o no, de Carlos Mántica o una interpretación más de la obra, si no lo que la obra misma y sus personajes nos dicen acerca de sí mismos y que, en ocasiones, preferiríamos dijesen lo contrario. Llamé a su Introducción Un Autorretrato del Güegüence porque son sus personajes los que hablan.
Es la conjunción de estos tres elementos: lengua, historia y análisis lo que le imparte novedad y credibilidad a mi trabajo.

A manera de ilustración y constreñido por las limitaciones de tiempo, extraigo de esa introducción lo que la obra misma nos dice acerca del Señor Gobernador Tastuanes y que modifica profundamente algunas de las afirmaciones hechas en el pasado:
Desde siempre se ha tenido como cierto que nuestro Güegüence denuncia y combate con valentía los desmanes de un Gobernador de Nicaragua, encarnación y símbolo de la dominación española. He intentado descubrir quién introdujo la tesis de un Gobernador español y no pude encontrarlo. Daniel Brinton en su obra publicada en1883 se abstiene de discutir su identidad y se limita a decir que el Gobernador Tastuanes entra en escena vestido a la usanza española, con cetro y espada, pero comentando inmediatamente después que su nombre es una corrupción del náhuatl “tlatoani” que significa jefe o Señor y que se trata de un personaje diseñado para atraer las burlas del Güegüence. (The Güegüence, a Comedy-Ballet in the Nahuatl-Spanish Dialect of Nicaragua. Pag. Xivii)
Quienquiera haya sido el primero, lo cierto es que cuantos alguna vez escribimos sobre el tema compartimos la creencia de un Gobernador español y aplaudimos la gesta de nuestro David indígena contra el Goliat invasor. A fin de cuentas, ignorábamos la existencia de gobernadores indios en Nicaragua... o no supimos discernir los rostros ocultos detrás de las máscaras.
Al estudiar mejor la jerga en que está escrita y el entorno histórico en que se desarrolla la comedia nos fuimos dando cuenta de que existen en ella muchos elementos que nos obligaban a preguntarnos si su protesta estuvo dirigida realmente en contra de la persona de algún Gobernador español, o denunciaba la corrupción y los abusos de algunos Gobernadores indios, cómplices e imitadores del gobierno imperial.
Esta posibilidad, tan radicalmente distinta de lo que alguna vez pensamos, exigía una explicación convincente y bien documentada. Y es aquí donde la conjunción de la lengua, de la historia y del análisis convergen para dilucidar el dilema.
La Historia nos dice que desde los primeros años de la Colonia, y las más de las veces por no contar con personas suficientes o idóneas para gobernar los pueblos de indios más importantes, los españoles optaron sistemáticamente por mantener en sus puestos a los tlatoani de mayor jerarquía.
Que fue a través de estos tlatoani, a quienes llamaron "caciques", que los españoles manejaron las encomiendas, la recaudación del tributo, el reclutamiento de mano de obra forzada (el Obraje), y más tarde la captación de esclavos para su exportación como carne de cañón en la conquista del Perú. Los más serviles se ganaron muy pronto el repudio de sus congéneres.
Por algunos de nuestros mejores historiadores, como el Dr. Germán Romero Vargas y el Dr. Alejandro Montiel Argüello sabemos hoy que estos gobernadores indios sí existieron en Nicaragua: En Nindirí (1694); en Subtiava (1697, 1700 y 1712) ; en Telpaneca y los otros pueblos de la jurisdicción de Nueva Segovia (1713); en El Viejo (1714) y en Matagalpa (1729), entre otros. Sus nombres los encontraremos en el libro Estructuras Sociales de Nicaragua en el Siglo XVIII¨ del Dr. Germán Romero Vargas, pp. 76 y ss. Todos ellos eran indios. Y muchos merecieron el repudio de sus congéneres.
De sus muchas tropelías sabemos, por ejemplo, que los indios de Palacagüina, Condega y Totogalpa se quejaron de que el Gobernador español, Gabriel Rodríguez Bravo de Hoyos (1688-1693), puso un Gobernador indio en el Pueblo Nuevo de la Santísima Trinidad, para facilitar la colecta del tributo y que este Gobernador indio los vejaba tanto que por todo ello habían caminado ciento cincuenta leguas para pedir amparo. (Nicaragua Colonial. Dr. Alejandro Montiel Argüello. p. 204).
Hasta aquí sólo se habría demostrado que los Gobernadores - Tlatoanis existieron en Nicaragua, y que no siempre gozaron de la simpatía de los indios, pero eso no demuestra que nuestro Gobernador Tastuanes haya sido uno de ellos. ¿Por qué pensamos que lo fue?
Y aquí interviene el segundo elemento: La lengua.

Porque “Tastuanes” no es nombre propio de persona. “Gobernador Tastuanes” es un título que delata su doble rango: Es a la vez el tlatoani o cacique que tenía ya esa comunidad indígena, nacido en el lugar y electo por su gente casi siempre de por vida, a quien los españoles concedieron el rango de Gobernador por su fidelidad y colaboración con la Corona.
Este Gobernador indio tiene un Cabildo. Y suponía tenerlo. El historiador Tomás Ayón en su Historia de Nicaragua. Cap IV, nos dice que:
En todos los pueblos de indios que contenían un número considerable de vecinos había cabildos, compuestos de dos alcaldes, cuatro regidores y un escribano, que se elegían cada año. Para el desempeño de esos empleos eran preferidos los caciques é indios principales, según estaba dispuesto en la ordenanza general del reino, firmada por Don Alonso López Cerrato, segundo Presidente de la Real Audiencia.
Pero nuestro Tastuanes no sólo tiene un Cabildo sino que tiene metido en él a toda su familia, algo expresamente prohibido por las leyes españolas. A su papacito: motalse: mo-tlatl-tzin. A su mujer: Moseguan: Mo-cihuatl. Y a toda su familia: Eguan noche: Yhuan no-chan, “y a todos los de su casa”. (No chan: su casa equivale a: su familia ) Sin contar al Alguacil Mayor, que también era miembro del Cabildo, aunque sin derecho a voto, y a quien continuamente llama “Nopilce”, es decir no- piltzin: hijito mío.
El análisis minucioso de los textos nos dice muchas cosas más:
Este Cabildo se encuentra en bancarrota, entre otras cosas, por tolerar: - ¿a quiénes? - a los Señores Principales o Príncipes de su pueblo, es decir, a sus congéneres, y a los miembros de su propio Cabildo la falta de pago de una licencia que, legal o ilegalmente, se exigía para autorizar ciertos bailes y zarabandas, y que las autoridades eclesiásticas y las civiles se disputaban el derecho de otorgar, dando lugar a largas y acaloradas polémicas: El 25 de mayo de 1776, el Gobernador publicó un bando en que se hacía saber que las licencias para bailes no debían ser pedidas al Obispo sino a él, y en su falta, a los alcaldes ordinarios. ( Ver la Glosa: Bailes y Zarabandas. Nicaragua Colonial. Dr. Alejandro Montiel Arguello. Pag. 345)
Tal deferencia y tolerancia con la nobleza indígena no encaja con las actitudes de un Gobernador español. Fortalece también la tesis de una gobernación indígena la vergonzosa pobreza del Señor Gobernador Tastuanes y de todo su Cabildo, que contrasta con el bienestar de los Gobernadores españoles.
Pero sigamos escudriñando la obra:
Este Gobernador, que alguna vez pensamos era español, tiene una hija llamada Suche Malinche es decir Xochitl Malin-tzin, nombre calendárico también de lengua náhuatl, (Xochitl Malinalli: que corresponde al vigésimo día, del octavo mes.) a la que acepta casar con un indio de dudosa reputación, en una boda laica, presidida posiblemente por él mismo según la usanza indígena, sin la participación de ningún sacerdote, todo ello en una época furiosamente católica y clasista. Algo inconcebible de un Gobernador español.
Finalmente, la obra nos muestra a un Gobernador parrandero que al principio de la obra ordena suspender las escandalosas pachangas de los Señores Principales que sí han menester licencia, pero que ahora, con la excusa de una supuesta boda, ha organizado una pachanga mayor en la que participa su Cabildo en pleno, con la asistencia de tres “muchachonas” de dudosa reputación y para la cual El Güegüence aporta dos botijas de vino de contrabando. (Parl. 250) ¡Válgame Dios, Señor Gobernador Tastuanes!
Creo que es evidente que la sola posibilidad de un Tlatoani Gobernador imparte a la obra una visión muy distinta de la divulgada hasta la fecha y nos obliga a repensar lo escrito.
Ya no seguiría buscando la identidad del Señor Gobernador Tastuanes entre los nombres de los Gobernadores de Nicaragua. La encontraría más bien en la caricatura de uno o más gobernadores-tlatoani, instrumentos y cómplices de la dominación española, y como una personificación de ciertos vicios y zanganadas que se repiten una y otra vez a lo largo de nuestra historia.
Pero el análisis de lo que está escrito en castellano abre también otras ventanas:
Es importante observar que el autor se abstiene sistemáticamente de dar un nombre propio a sus personajes, llamándolos con el cargo que ocupan: Sr. Gobernador-Tlatoani, Sr. Capitán Alguacil Mayor, Sr. Escribano Real, Sr. Regidor de Caña, Sres. Principales, Sres. Depositarios, Sres. Miembros del Cabildo...
O con la profesión que ejercen: A Dña Suche le da un nombre que, según el Diccionario del Español de Nicaragua del Dr. Francisco Arellano Oviedo (Pag.339) significa una alcahueta profesional, y el de la Real Academia Española ( Vol II, pag. 1267) una empleada de última categoría. A las otras dos Damas las deja en el total anonimato.
A Don Ambrosio, el siempre hambriento, le da un nombre acorde a su descomunal apetito. Sólo don Forcico parece ser la excepción.
Finalmente, sabemos que el nombre Güegüence, traducido por muchos como Huehuetzin: o “Venerable Anciano”, tampoco es nombre de persona y que admite una acepción más representativa del personaje: Cuecuetzin: “El Gran Sinvergüenza”. De Cuecuech: Desvergonzado. (Según Fray Alonso de Molina pag. 323.) O de Cuecuetz: Libertino, desvergonzado, (Según Remi Simeon Pag. 132)
Esta omisión voluntaria que deja a sus personajes en el anonimato, sugiere que el Autor, también anónimo, no pretendió señalar con el dedo a personas concretas, inmediatamente identificables, ni evadir responsabilidades inventándoles alegremente un nombre cualquiera para evitar represalias, sino que, inspirado en personas y hechos reales, denuncia en forma, genérica pero directa y clara, los vicios y desmanes de un gobierno. Vicios que en diferentes momentos han caracterizado también a muchos gobiernos anteriores y posteriores de muchas partes: Extorsión, mordidas, contrabando, favoritismos, impunidad de sus más allegados, abusos de poder, nepotismo, adhesión sumisa a potencias extranjeras, etc.
Son vicios y desmanes combatidos una y otra vez, con armas o sin ellas, pero que a lo largo de la historia se continúan repitiendo hasta nuestros días como un drama interminable. Como el cuento repetido de un soñado Pájaro del Dulce Encanto que, cuando creemos tenerlo al fin en nuestras manos, se nos convierte una vez más en excremento.
El anonimato de sus personajes no le resta fuerza a su protesta si no que, por el contrario, le da permanencia en el tiempo, y una mayor universalidad, pues no apunta sólo a un aquí y ahora, sino a todo tiempo y a cualquier lugar. Y fortalece más bien su carácter de teatro de protesta al denunciar, no sólo las tropelías de algún gobernante, sino la corrupción de todos y cada uno de sus personajes, que son a la vez héroes y antihéroes, victimas y victimarios, burladores y burlados.
Porque trascendiendo el campo de lo político, el autor nos presenta también una tragicomedia en la que, a manera de telón de fondo, muestra al lector un panorama social con ideas, valores y actitudes que entretejidas en la trama nos hablan:
• de borracheras y escándalos (5),
• de hurtos y robos (145),
• de la sordera del que aparenta no oír para evadir lo que no le conviene. (18)
• de modas y modales extranjerizantes (43),
• de adulterios e hijos bastardos, (147) No se espante Señor Gobernador Tastuanes..., que cuando yo anduve con mi padre por la carrera de Mexico, cuando venimos ya estaba mi madre en cinta de otro, y por eso salió tan mala casta, Señor Gobernador Tastuanes..
• de padres corruptores de sus propios hijos. Y que ¿no es verdad que enseñas malas mañas á tus hijos?) (Parlamento 257)

• de prostitución infantil (123) ...Viniendo yo por un calle derecha me columbró una niña que estaba sentada en una ventana de oro, y me dice: que galán el Güegüence, que bizarro el Güegüence, aqui tiene bodega,... entra Güegüence, siéntate, Güegüence, aqui hay limon...
• de las fingidas riquezas del “fachento” que diz que es hombre rico pero que sólo está esperando que cierre la noche para salir de casa en casa a hurtar lo que hay en las cocinas,
• de un afán de lujos aún en medio de una pobreza generalizada, porque para el uno es escandaloso estar sin mesa de oro, sin tintero de oro, sin pluma de oro, sin salvadera de oro... (5) y el otro se sueña con una chaqueta cabriolé toda cuajada de oro y plata hasta el suelo...(123)
• de los interminables éxodos del nica por la carrera de México, por Veracruz, por La Verapaz, por Antepeque, (121) en busca de un modus vivendi. Un gran trabajador que hasta en las uñas tiene encajados los oficios, aunque no sean siempre oficios de continuo.
• de personas siempre dispuestas a bailar al son que les tocan o a hacer de payasos para quedar bien con los de arriba,
• de “cepillos” dispuestos a brindar por la Castilla del momento. (304 y ss)
• de Forsicos dispuestos a avalar como cierto lo que él y todos saben es mentira, ( 136.)
• e incluso del uso de máscaras para ocultar nuestra identidad.
Es la sociedad entera con sus vicios y virtudes la que, como buen nica, presenta el autor entre burlas y risas, que son sus armas predilectas de combate. La sociedad de entonces y la de ahora. La de los Sres. Principales, la de los mandamases y la de los mandamenos, la de sus colaboradores y la de sus opositores; la de los arriba, la de los de en medio, y la de los de abajo, que en la obra son todos cuecuences de un mismo piñal.
El genial y versátil creador de El Güegüence se agiganta a la luz de un análisis que le da a su obra una permanencia, una universalidad y un alcance que quizás no hemos valorado suficientemente todavía y que le merecen nuevos y mejores estudios que lo coloquen a la altura de su obra.
Resulta repugnante e incómodo sentar en el banquillo de los acusados a tan simpáticos personajes y, más aun, a uno de nuestros más admirados héroes nacionales. Al que hemos considerado prototipo del Nica y digno de imitación, celebrando sus atrevidas burlas, su picardía y su ingenio. Y para colmo en la cuna misma de El Güegüence. Por eso estimé conveniente que fuera su propio autor quien nos los presentara de cuerpo entero.
Agradezco al Instituto Nicaragüense de Cultura y a la UNESCO la publicación de este libro y su iniciativa de querer hacerlo llegar a un gran número de personas, y a todos los presentes su asistencia y su paciencia. Muchas Gracias.

El GÜEGÜENCE, PICARDÍA E INGENIO

PRESENTACIÓN DE
El GÜEGÜENCE, PICARDÍA E INGENIO


Carlos Mántica
Noviembre, 2008
Dedicatoria: Al extraordinario autor anónimo que nos
legó esta obra maestra de la picaresca indo hispánica

En ocasión del Coloquio sobre El Güegüence, celebrado el 10 de mayo del presente año (2008) en los locales de la Universidad Americana (UAM) aplaudí la estupenda labor realizada en los últimos años en favor la preservación y divulgación de su música, sus danzas y su vestuario, lamentando, sin embargo, la falta de logros similares de cara a la representación completa de esta obra extraordinaria.
Trasmitido de generación en generación en un dialecto que, según el Dr. Karl Herman Berendt, en 1874 ya nadie entendía, sus fieles guardianes continuaron recitando tenazmente sus 314 parlamentos, a gritos y sin inflexiones en la pronunciación porque, olvidado el lenguaje, habían olvidado también el significado de sus propias palabras y la trama misma de la obra que, por no entenderse, poco a poco se dejó de representar como comedia en nuestras calles.
Fue la obra completa, sin embargo, la que mereció su distinción como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad y me propuse entonces escribir una traducción de la comedia que la hiciera inteligible para todos y pudiera una vez más representarse en todo su esplendor. La ofrecí gratuitamente al Instituto Nicaragüense de Cultura, renunciando a toda forma de remuneración con el fin de que pudiera llegar al mayor número posible de personas y que, con el apoyo de la UNESCO, llega ahora a ustedes.
En ella se ofrece una paráfrasis que facilita su comprensión, pero sin adulterar el sentido de sus parlamentos; con adaptaciones al habla nicaragüense que por su picardía e ingenio los hará reír a carcajadas, y agregando un Vocabulario y unas Glosas que permitirán al estudioso constatar la fidelidad de esta nueva traducción.
Al presentarla hoy a Uds. deseo, sin embargo, hacer un par de aclaraciones:
La primera es que me he limitado a TRADUCIR al lenguaje moderno los parlamentos publicados por Daniel Brinton en 1883, los que tomé como base después de cotejar minuciosamente los diferentes “originales” descubiertos a esta fecha, y comprobar que sus escasas diferencias, mayormente ortográficas, no alteran el contenido esencial de la obra.
Otros autores han ido más allá de la TRADUCCIÓN y han escrito INTERPRETACIONES del Güegüence optando por una reescritura de la obra con el fin de enfatizar su condición de teatro de protesta, o de adaptar la trama a las realidades de nuestra época. Pienso ahora en las versiones representables en escena del Dr. Alejandro Dávila Bolaños, del Dr. Fernando Silva y de Alberto Icaza, entre otros. Tales interpretaciones también son necesarias.
Lo mismo puedo decir de los estupendos estudios filosóficos, sociológicos e históricos de Jorge Eduardo Arellano, de Pablo Antonio Cuadra, de José Daniel Prego, y de tantos otros de diversas disciplinas que no se limitaron a traducir sus parlamentos. Pero mi propósito ha sido mucho más modesto.
La segunda aclaración, y casi una advertencia, es que el presente trabajo contiene evidencias que modifican en no poca medida algunas de las creencias que por largo tiempo se han divulgado con respecto a nuestro Güegüence y que sorprenderán, e incluso pueden molestar, al lector.
El estudio más profundo de la jerga en que está escrito y la existencia de ciertas realidades históricas debidamente documentadas, pero que no se investigaron suficientemente en su momento, han ido sacando a luz nuevos elementos que modifican algunas creencias acerca de El Güegüence, y que ponen fin a errores ampliamente divulgados.
Pero quizás más importante que estos aportes históricos, es el análisis de lo que en la obra misma está escrito en castellano y que cualquiera puede entender sin necesidad de recurrir a un diccionario náhuatl. Importante porque lo que se ofrece no es ya la opinión, calificada o no, de Carlos Mántica o una interpretación más de la obra, si no lo que la obra misma y sus personajes nos dicen acerca de sí mismos y que, en ocasiones, preferiríamos dijesen lo contrario. Llamé a su Introducción Un Autorretrato del Güegüence porque son sus personajes los que hablan.
Es la conjunción de estos tres elementos: lengua, historia y análisis lo que le imparte novedad y credibilidad a mi trabajo.

A manera de ilustración y constreñido por las limitaciones de tiempo, extraigo de esa introducción lo que la obra misma nos dice acerca del Señor Gobernador Tastuanes y que modifica profundamente algunas de las afirmaciones hechas en el pasado:
Desde siempre se ha tenido como cierto que nuestro Güegüence denuncia y combate con valentía los desmanes de un Gobernador de Nicaragua, encarnación y símbolo de la dominación española. He intentado descubrir quién introdujo la tesis de un Gobernador español y no pude encontrarlo. Daniel Brinton en su obra publicada en1883 se abstiene de discutir su identidad y se limita a decir que el Gobernador Tastuanes entra en escena vestido a la usanza española, con cetro y espada, pero comentando inmediatamente después que su nombre es una corrupción del náhuatl “tlatoani” que significa jefe o Señor y que se trata de un personaje diseñado para atraer las burlas del Güegüence. (The Güegüence, a Comedy-Ballet in the Nahuatl-Spanish Dialect of Nicaragua. Pag. Xivii)
Quienquiera haya sido el primero, lo cierto es que cuantos alguna vez escribimos sobre el tema compartimos la creencia de un Gobernador español y aplaudimos la gesta de nuestro David indígena contra el Goliat invasor. A fin de cuentas, ignorábamos la existencia de gobernadores indios en Nicaragua... o no supimos discernir los rostros ocultos detrás de las máscaras.
Al estudiar mejor la jerga en que está escrita y el entorno histórico en que se desarrolla la comedia nos fuimos dando cuenta de que existen en ella muchos elementos que nos obligaban a preguntarnos si su protesta estuvo dirigida realmente en contra de la persona de algún Gobernador español, o denunciaba la corrupción y los abusos de algunos Gobernadores indios, cómplices e imitadores del gobierno imperial.
Esta posibilidad, tan radicalmente distinta de lo que alguna vez pensamos, exigía una explicación convincente y bien documentada. Y es aquí donde la conjunción de la lengua, de la historia y del análisis convergen para dilucidar el dilema.
La Historia nos dice que desde los primeros años de la Colonia, y las más de las veces por no contar con personas suficientes o idóneas para gobernar los pueblos de indios más importantes, los españoles optaron sistemáticamente por mantener en sus puestos a los tlatoani de mayor jerarquía.
Que fue a través de estos tlatoani, a quienes llamaron "caciques", que los españoles manejaron las encomiendas, la recaudación del tributo, el reclutamiento de mano de obra forzada (el Obraje), y más tarde la captación de esclavos para su exportación como carne de cañón en la conquista del Perú. Los más serviles se ganaron muy pronto el repudio de sus congéneres.
Por algunos de nuestros mejores historiadores, como el Dr. Germán Romero Vargas y el Dr. Alejandro Montiel Argüello sabemos hoy que estos gobernadores indios sí existieron en Nicaragua: En Nindirí (1694); en Subtiava (1697, 1700 y 1712) ; en Telpaneca y los otros pueblos de la jurisdicción de Nueva Segovia (1713); en El Viejo (1714) y en Matagalpa (1729), entre otros. Sus nombres los encontraremos en el libro Estructuras Sociales de Nicaragua en el Siglo XVIII¨ del Dr. Germán Romero Vargas, pp. 76 y ss. Todos ellos eran indios. Y muchos merecieron el repudio de sus congéneres.
De sus muchas tropelías sabemos, por ejemplo, que los indios de Palacagüina, Condega y Totogalpa se quejaron de que el Gobernador español, Gabriel Rodríguez Bravo de Hoyos (1688-1693), puso un Gobernador indio en el Pueblo Nuevo de la Santísima Trinidad, para facilitar la colecta del tributo y que este Gobernador indio los vejaba tanto que por todo ello habían caminado ciento cincuenta leguas para pedir amparo. (Nicaragua Colonial. Dr. Alejandro Montiel Argüello. p. 204).
Hasta aquí sólo se habría demostrado que los Gobernadores - Tlatoanis existieron en Nicaragua, y que no siempre gozaron de la simpatía de los indios, pero eso no demuestra que nuestro Gobernador Tastuanes haya sido uno de ellos. ¿Por qué pensamos que lo fue?
Y aquí interviene el segundo elemento: La lengua.

Porque “Tastuanes” no es nombre propio de persona. “Gobernador Tastuanes” es un título que delata su doble rango: Es a la vez el tlatoani o cacique que tenía ya esa comunidad indígena, nacido en el lugar y electo por su gente casi siempre de por vida, a quien los españoles concedieron el rango de Gobernador por su fidelidad y colaboración con la Corona.
Este Gobernador indio tiene un Cabildo. Y suponía tenerlo. El historiador Tomás Ayón en su Historia de Nicaragua. Cap IV, nos dice que:
En todos los pueblos de indios que contenían un número considerable de vecinos había cabildos, compuestos de dos alcaldes, cuatro regidores y un escribano, que se elegían cada año. Para el desempeño de esos empleos eran preferidos los caciques é indios principales, según estaba dispuesto en la ordenanza general del reino, firmada por Don Alonso López Cerrato, segundo Presidente de la Real Audiencia.
Pero nuestro Tastuanes no sólo tiene un Cabildo sino que tiene metido en él a toda su familia, algo expresamente prohibido por las leyes españolas. A su papacito: motalse: mo-tlatl-tzin. A su mujer: Moseguan: Mo-cihuatl. Y a toda su familia: Eguan noche: Yhuan no-chan, “y a todos los de su casa”. (No chan: su casa equivale a: su familia ) Sin contar al Alguacil Mayor, que también era miembro del Cabildo, aunque sin derecho a voto, y a quien continuamente llama “Nopilce”, es decir no- piltzin: hijito mío.
El análisis minucioso de los textos nos dice muchas cosas más:
Este Cabildo se encuentra en bancarrota, entre otras cosas, por tolerar: - ¿a quiénes? - a los Señores Principales o Príncipes de su pueblo, es decir, a sus congéneres, y a los miembros de su propio Cabildo la falta de pago de una licencia que, legal o ilegalmente, se exigía para autorizar ciertos bailes y zarabandas, y que las autoridades eclesiásticas y las civiles se disputaban el derecho de otorgar, dando lugar a largas y acaloradas polémicas: El 25 de mayo de 1776, el Gobernador publicó un bando en que se hacía saber que las licencias para bailes no debían ser pedidas al Obispo sino a él, y en su falta, a los alcaldes ordinarios. ( Ver la Glosa: Bailes y Zarabandas. Nicaragua Colonial. Dr. Alejandro Montiel Arguello. Pag. 345)
Tal deferencia y tolerancia con la nobleza indígena no encaja con las actitudes de un Gobernador español. Fortalece también la tesis de una gobernación indígena la vergonzosa pobreza del Señor Gobernador Tastuanes y de todo su Cabildo, que contrasta con el bienestar de los Gobernadores españoles.
Pero sigamos escudriñando la obra:
Este Gobernador, que alguna vez pensamos era español, tiene una hija llamada Suche Malinche es decir Xochitl Malin-tzin, nombre calendárico también de lengua náhuatl, (Xochitl Malinalli: que corresponde al vigésimo día, del octavo mes.) a la que acepta casar con un indio de dudosa reputación, en una boda laica, presidida posiblemente por él mismo según la usanza indígena, sin la participación de ningún sacerdote, todo ello en una época furiosamente católica y clasista. Algo inconcebible de un Gobernador español.
Finalmente, la obra nos muestra a un Gobernador parrandero que al principio de la obra ordena suspender las escandalosas pachangas de los Señores Principales que sí han menester licencia, pero que ahora, con la excusa de una supuesta boda, ha organizado una pachanga mayor en la que participa su Cabildo en pleno, con la asistencia de tres “muchachonas” de dudosa reputación y para la cual El Güegüence aporta dos botijas de vino de contrabando. (Parl. 250) ¡Válgame Dios, Señor Gobernador Tastuanes!
Creo que es evidente que la sola posibilidad de un Tlatoani Gobernador imparte a la obra una visión muy distinta de la divulgada hasta la fecha y nos obliga a repensar lo escrito.
Ya no seguiría buscando la identidad del Señor Gobernador Tastuanes entre los nombres de los Gobernadores de Nicaragua. La encontraría más bien en la caricatura de uno o más gobernadores-tlatoani, instrumentos y cómplices de la dominación española, y como una personificación de ciertos vicios y zanganadas que se repiten una y otra vez a lo largo de nuestra historia.
Pero el análisis de lo que está escrito en castellano abre también otras ventanas:
Es importante observar que el autor se abstiene sistemáticamente de dar un nombre propio a sus personajes, llamándolos con el cargo que ocupan: Sr. Gobernador-Tlatoani, Sr. Capitán Alguacil Mayor, Sr. Escribano Real, Sr. Regidor de Caña, Sres. Principales, Sres. Depositarios, Sres. Miembros del Cabildo...
O con la profesión que ejercen: A Dña Suche le da un nombre que, según el Diccionario del Español de Nicaragua del Dr. Francisco Arellano Oviedo (Pag.339) significa una alcahueta profesional, y el de la Real Academia Española ( Vol II, pag. 1267) una empleada de última categoría. A las otras dos Damas las deja en el total anonimato.
A Don Ambrosio, el siempre hambriento, le da un nombre acorde a su descomunal apetito. Sólo don Forcico parece ser la excepción.
Finalmente, sabemos que el nombre Güegüence, traducido por muchos como Huehuetzin: o “Venerable Anciano”, tampoco es nombre de persona y que admite una acepción más representativa del personaje: Cuecuetzin: “El Gran Sinvergüenza”. De Cuecuech: Desvergonzado. (Según Fray Alonso de Molina pag. 323.) O de Cuecuetz: Libertino, desvergonzado, (Según Remi Simeon Pag. 132)
Esta omisión voluntaria que deja a sus personajes en el anonimato, sugiere que el Autor, también anónimo, no pretendió señalar con el dedo a personas concretas, inmediatamente identificables, ni evadir responsabilidades inventándoles alegremente un nombre cualquiera para evitar represalias, sino que, inspirado en personas y hechos reales, denuncia en forma, genérica pero directa y clara, los vicios y desmanes de un gobierno. Vicios que en diferentes momentos han caracterizado también a muchos gobiernos anteriores y posteriores de muchas partes: Extorsión, mordidas, contrabando, favoritismos, impunidad de sus más allegados, abusos de poder, nepotismo, adhesión sumisa a potencias extranjeras, etc.
Son vicios y desmanes combatidos una y otra vez, con armas o sin ellas, pero que a lo largo de la historia se continúan repitiendo hasta nuestros días como un drama interminable. Como el cuento repetido de un soñado Pájaro del Dulce Encanto que, cuando creemos tenerlo al fin en nuestras manos, se nos convierte una vez más en excremento.
El anonimato de sus personajes no le resta fuerza a su protesta si no que, por el contrario, le da permanencia en el tiempo, y una mayor universalidad, pues no apunta sólo a un aquí y ahora, sino a todo tiempo y a cualquier lugar. Y fortalece más bien su carácter de teatro de protesta al denunciar, no sólo las tropelías de algún gobernante, sino la corrupción de todos y cada uno de sus personajes, que son a la vez héroes y antihéroes, victimas y victimarios, burladores y burlados.
Porque trascendiendo el campo de lo político, el autor nos presenta también una tragicomedia en la que, a manera de telón de fondo, muestra al lector un panorama social con ideas, valores y actitudes que entretejidas en la trama nos hablan:
• de borracheras y escándalos (5),
• de hurtos y robos (145),
• de la sordera del que aparenta no oír para evadir lo que no le conviene. (18)
• de modas y modales extranjerizantes (43),
• de adulterios e hijos bastardos, (147) No se espante Señor Gobernador Tastuanes..., que cuando yo anduve con mi padre por la carrera de Mexico, cuando venimos ya estaba mi madre en cinta de otro, y por eso salió tan mala casta, Señor Gobernador Tastuanes..
• de padres corruptores de sus propios hijos. Y que ¿no es verdad que enseñas malas mañas á tus hijos?) (Parlamento 257)

• de prostitución infantil (123) ...Viniendo yo por un calle derecha me columbró una niña que estaba sentada en una ventana de oro, y me dice: que galán el Güegüence, que bizarro el Güegüence, aqui tiene bodega,... entra Güegüence, siéntate, Güegüence, aqui hay limon...
• de las fingidas riquezas del “fachento” que diz que es hombre rico pero que sólo está esperando que cierre la noche para salir de casa en casa a hurtar lo que hay en las cocinas,
• de un afán de lujos aún en medio de una pobreza generalizada, porque para el uno es escandaloso estar sin mesa de oro, sin tintero de oro, sin pluma de oro, sin salvadera de oro... (5) y el otro se sueña con una chaqueta cabriolé toda cuajada de oro y plata hasta el suelo...(123)
• de los interminables éxodos del nica por la carrera de México, por Veracruz, por La Verapaz, por Antepeque, (121) en busca de un modus vivendi. Un gran trabajador que hasta en las uñas tiene encajados los oficios, aunque no sean siempre oficios de continuo.
• de personas siempre dispuestas a bailar al son que les tocan o a hacer de payasos para quedar bien con los de arriba,
• de “cepillos” dispuestos a brindar por la Castilla del momento. (304 y ss)
• de Forsicos dispuestos a avalar como cierto lo que él y todos saben es mentira, ( 136.)
• e incluso del uso de máscaras para ocultar nuestra identidad.
Es la sociedad entera con sus vicios y virtudes la que, como buen nica, presenta el autor entre burlas y risas, que son sus armas predilectas de combate. La sociedad de entonces y la de ahora. La de los Sres. Principales, la de los mandamases y la de los mandamenos, la de sus colaboradores y la de sus opositores; la de los arriba, la de los de en medio, y la de los de abajo, que en la obra son todos cuecuences de un mismo piñal.
El genial y versátil creador de El Güegüence se agiganta a la luz de un análisis que le da a su obra una permanencia, una universalidad y un alcance que quizás no hemos valorado suficientemente todavía y que le merecen nuevos y mejores estudios que lo coloquen a la altura de su obra.
Resulta repugnante e incómodo sentar en el banquillo de los acusados a tan simpáticos personajes y, más aun, a uno de nuestros más admirados héroes nacionales. Al que hemos considerado prototipo del Nica y digno de imitación, celebrando sus atrevidas burlas, su picardía y su ingenio. Y para colmo en la cuna misma de El Güegüence. Por eso estimé conveniente que fuera su propio autor quien nos los presentara de cuerpo entero.
Agradezco al Instituto Nicaragüense de Cultura y a la UNESCO la publicación de este libro y su iniciativa de querer hacerlo llegar a un gran número de personas, y a todos los presentes su asistencia y su paciencia. Muchas Gracias.

jueves, 14 de agosto de 2008

Coplas nuevas para ampliar el repertorio

(Inspiradas en internet y para ser mejoradas por mis amigos vulgares)

El:
Yo tengo un perro muy grande y vos uno pequeñito
¿que tal si te doy el grande y vos me das el chiquito?
Ella:
Es verdad, tengo perrito y es famoso en la ciudad
pero es mucho más famoso el buldog de tu mamá.

Los hombres y los chocoyos tienen cierto parecido,
que entre más viejos se ponen,más verdes son los bandidos

Dicen que soy cabezón y eso no hay ni quien lo dude
si así tengo la cabeza como tendré el .. corazon

Que bonito tu reloj debe ser de marca cara
porque dicen tus amigas que ya nunca se te para

Mi cuñada se agachó frente a un frondoso papayo
y el papayo comentó ¡que arrugado estás tocayo!

Al pasar por un panteón le gritó una calavera
si no me lo vas a dar,enséñamelo siquiera.

Ayer me dijiste que hoy y hoy me dices que mañana,
así se pasan los días y nunca te da la gana.

Cuando pasé por tu casa me asomé por la rendija
y te vi muy colorada pujando en tu bacinilla.

En la esquina de mi casa hay una piedra porosa
donde se sienta mi suegra para rascarse su cosa.

La mujer del panadero está buscando otro socio
porque dice que el marido ya no le atiende el negocio.

No me ha tocado ni un pelo mi marido, me decía
y yo pensé en mis adentros: ¡púchica! ¡qué puntería!

Ay dame lo que te pido, que no te pido la vida,
sólo te pido lo que hay de la cintura pa' bajo
de las rodillas pa' rriba.--

Una vez me diste un beso, amor, seguímelos dando
no digo todos los días ...pero sí de vez en cuando.

Las horas que tiene el día las he repartido así:
nueve soñando contigo y quince pensando en tí.


En ningún hombre casado pongás niña tu querer,
porque al fin de la partida se lo lleva su mujer.

Yo no vengo a ver si puedo, sino por que puedo vengo,
y a falta de una muchacha, con una vieja... ya tengo
Sabanero, sabanero, sabanero sin sabana,
a mi cama no se arrima,ningún hijo de tu mama

En esa tu boquita en flor que te ha regalado dios
no hay ningún labio inferior¡son superiores los dos!

No me gustan zanahorias ni tampoco remolachas
yo no vengo por la viejas sino que por las muchachas

Yo soy como el zopilote pájaro que no hace nido,
yo pongo el zopilotito y otro baboso lo cuida

Bombas me pides bombas te doy
me vale madre que ya me voy...

Tus ojos son de lechuza tu nariz es una horqueta,
tu boca es sólo una raya,tus orejas dos chancletas.

Ayer al salir de misa te miré que ibas sonriente,
que linda que te veías con un frijol en tu diente.--

Baila con tanta emoción la bailarina Shakira
que en subiendo a la tarima se me para ... el corazón

Me metieron a la cárcel dicen que por un delito
todo por una papaya que comió mi pajarito.

Siempre me viven diciendo que se muere usted por mí.
Muérase y después veremos,si le voy a dar el sí.

Ende que te vi venir te conocí en el apero:
gallina de tantas plumas no canta en mi gallinero.

El corazón de una novia me consta que ya lo tengo.
Yo no sé pa'qué me sirve el corazón sin el resto .

Dios hizo al hombre y al vino pa'que se puedan juntar.
Dios es todopoderoso,¡que se haga su voluntad!

No me vengas a decir que tus padres no quisieron.
con otro hiciste lo mismo,y tus padres no supieron.

Lindo canta la calandria y muy lindo el ruiseñor;
mejor canta la botella si le sacan el tapón.

Dicen que es misericordia dar posada al peregrino.
Dásela mientras no sea a ese chaparro bandido.

Soy ducho en juego de amores y una ocasión jugué riendo...
con una que no sabía,y esa vez salí perdiendo.

Los dientes de tu boquita me tienen cautivo y preso,
en mi vida he visto yo echar cadenas de besos.

Tienes una cinturita que parece un contrabando,
que todos los contrabandistas andan por ella penando.

En el campo hay una flor que le llaman margarita,
la perdición de los hombres son las mujeres bonitas.

Quién fuera un gatito negro que por tu ventana entrara,
a vos te diera un besito y a tu papa lo arañara.

Quién fuera peine en tu pelo,alfiler en tu pechera,
encaje de tus enaguas y hebilla de tu chinela.

Por la trenzas de tu pelo un canario se subía,
se asomaba a tu frente y en tu boquita bebía.

Un beso tengo en mis labios no sale pues no se atreve,
sácamelo con los tuyos si es de verdad que me quieres.

Dicen que las rubias son dulces como el caramelo
y yo, como soy goloso,por una rubia me muero.

En la mar se crían peces y en la orilla caracoles
y aquí donde estoy cantando chavalitas como flores.

En tu puerta sembré un pino,y un jocote en tu ventana
sólo por venirte a ver acostadita en tu cama

En el cielo no hay farolas,lo que hay son estrellitas,
bendita sea la madre que te tuvo tan bonita.

Una paloma te traigo que del nido la cogí,
su madre quedó llorando como lloro yo por ti.

Chavala, paloma mía, las palomas son del rey
pero vos serás sólo mía porque lo manda la ley.

Si yo tuviera en dinero lo que tengo en voluntad
te compraba en chocolate el peñón de Gibraltar.

De esas dos que están bailando l’una más alta que l’otra,
una parece un clavel y otra parece una rosa.

Es mucho lo que ilusiona una chavala bonita
que al hombre de más valor hasta el sentido le quita.

Dice que no nos queremos porque no nos ven hablar,
a tu corazón y al mío se lo pueden preguntar.

Un gato se quedó ciego de mirar pa una quesera
como yo me estoy quedando de asomarme a tu pechera.

Cuanto más chica es la rosa más fino tiene el olor,
por eso pretendo ahora a una pequeñita flor.

Qué bonita está la parra con los racimos colgando,
más bonitas son las niñas de entre catorce y quince años.

Me acuerdo de ti más veces que momentos tiene un día,
todos son para quererte y no olvidarte en la vida.

El querer que puse en ti tan firme y verdadero,
si lo hubiera puesto en dios me hubiera ganado el cielo.

Un lucero se ha perdido y en el cielo no aparece,
en tu casa se ha metido y en tu cara resplandece

Lloraba la margarita la muerte de su marido
y en el llanto preguntaba si el otro ya había venido.

No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista,
ni aguacero que no escampe ni mal que por bien no venga.

Bonito es comer con hambre, bonito es beber con sed,
bonito es dormir sin sueño con una linda mujer.

Si acaso yo me muriera que no lloren mis parientes,
que lloren los alambiques donde hacen los aguardientes.

Del toro me gusta el cacho, del caballo la carrera,
de las muchachas bonitas la pechuga y las caderas.

Una me dijo que sí, otra me dijo que no,
Y yo sigo sin saber cuál de las dos me engañó.

Hasta los palos del monte tienen su separación:
unos sirven pa' hacer santos y otros para hacer carbón”.

Estos cantos que cantamos César los llama jolclor
¡jodido! nombres tan raros los que pone ese señor.

Los enemigos del alma me dijeron que eran tres;
y yo digo que son cuatro si se cuenta a la mujer.

Los muchachos de mi tiempo trabajaban por mujer,
los muchachos de hoy en día buscan una que les dé.

Ay del pobre que se casa con una mujer blanquita,
que a la vuelta de la iglesia viene un blanco y se la quita.

Ay quien fuera zapatito y calzar tu lindo pie,
para mirar desde abajo lo que el zapatito ve

El amor y el interés se fueron al campo un día
y más pudo el interés que el amor que te tenía.

Los pajaritos del cielo se alimentan con mosquitos,
yo sólo quiero vivir con abrazos y besitos.

La caña con ser la caña, también tiene su dolor:
si la meten al trapiche le parten el corazón.

Ende que la vi venir, le dije a mi corazón:
qué bonita piegrecita para darme un tropezón.

Déjame dentrar al monte,déjame coger la flor,
déjame dormir un rato entre tus brazos, mi amor.

Te quiero linda morena como el barco al huracán
porque roncás por la noche como si fueras volcán.

Del árbol cayó un pepino todo lleno de alfileres
te voy a enseñar cochino a respetar a las mujeres.

Del cielo cayó un pañuelo bordado con mil colores
y en una orillita decía morena de mis amores.

Hay dos clases de bombas la rusa y la americana
pero es más fuerte la que suena mi suegra
a las cinco de la mañana.

Hermosa flor de pitaya, Blanquita flor de guarumo,
a cualquier parte que vaya,va mi corazón que es tuyo.

Los muchachos de hoy en día todos huelen a loción
si les esculcás las bolsas no les hallás ni un tostón.

Quisiera ser solecito y entrar por tu ventana,
hacete a un lado mamita y me pasás a tu hermana.

Si yo fuera solo un bate y tu fueras la pelota
te daría un buen "batazo"para quitarte lo idiota.

El:
Quiero casarme contigo pero ¿con qué te mantengo?
Solo que comás zacate como la mula que tengo.
Ella:
No me lo puedo comer porque me duele la muela
mejor cómetelo vos O que lo coma tu abuela.

Tu eres buena repostera nadie lo puede negar
lo afirmo por la papaya que ya me diste a probar.

Voy a una junta de amigos dijo manolo a su esposa
y esta se puso furiosa pues oyó "junta de ombligos".

Yo quisiera que las suegras se volvieran lagartijas
para que corran al monte y yo quedarme con sus hijas.

Detrás de aquella alambrada te fuí en secreto a mirar
y no sabes la embarrada que me di en tu solar

Ocurrencias para Meditar

Por Carlos Mantica A.


La Carcacha se convirtió en cacharpa antes de ser chatarra

Le pidieron su cédula y no la andaba. Raro, porque siempre camina con ella

Despachaba tan mal que a despecho suyo la tuvo que despachar.

¡Adiós Tío Coyote premolares fracturados, recto cauterizado!

Gallo que come pico aunque le quemen los huevos

Fue tan torcido que nació pando del recto

Facilidades de pago engendran dificultades de cobro

Como no tenía ni para comer comenzó a beber

El que sufra algún revés que reclame sus derechos

Al mejor mono se le cae... la cara de vergüenza

¡Mentiras! El comal no le dijo nada a la olla, porque los comales no hablan

En una disputa a los dos se los lleva la gran puta. Y en una trifulca se los lleva a los tres.

Cuando quiero llorar no lloro... y cuando no quiero tampoco

No rebuzna porque anda afónico

Árbol que nace torcido, del cielo le cae la horqueta

¡Yahoo!, exclamó el hibernauta. ¡Que sitio más internetsante!

Perro que ladra no muerde... mientras ladra

El que no sabe es como el que ignora

domingo, 27 de julio de 2008

¿Cómo dijo que dijo?

Carlos Mántica
Para mi grupo de los Martes



¿Y a Ud no le da miedo treparse en ese animal?, pregunta una de ellas, y el animal en el que suponemos encajarnos es el avión que nos llevará a Managua. Estamos en la Puerta de Salida de nuestro vuelo y he tenido la dicha de sentarme junto a dos paisanas que conversan animadamente. Hace sólo unos minutos no se conocían y en unas horas no se volverán a ver jamás.
La primera es de León y tiene a su lado una enorme bolsa con agarraderas, que quién sabe dónde va a meter. Es flaca, correosa, y olorosa a Agua de Colonia. Usa medias color carne hasta la rodilla, un sweater colorado porque el aire acondicionado la puede dañar, y zapatos sin tacones, sabrosos porque aquí mucho se camina. Ya está viviendo horas extras, pero en las tiendas cansa a un chavalo de quince.
“No me he comprado ni una hilacha”, dice feliz. Y es cierto. Todo lo que compra es para los demás. En la valija lleva portabustos y bloomers de todos los tamaños, cuatro batas, un vestido negro para las velas, medicinas como para llenar una botica, un par de peinetas porque en León ya no se miran, chereques para los nietos, y cositas para el servicio y para toda su familia que seguro la estará esperando cuando llegue.
La otra es Managua. Tiene cara de estreñida, cuerpo de empanada y va más pintada que un mural de Leoncio Sáenz. Huele a choco. Es bisnera, y sobre las rodillas abraza una impresionante cartera de cinco galones a la que se aferra como a tabla de salvación en un naufragio. No la aflojará ni en el avión, donde contará por centésima vez las prendas de su contrabando: Anillos, cadenas, collares, chapas y prendedores de fantasía, relojes para dama, adornos para el pelo, y perfumes que venderá a sus marchantas. En la valija, ropa al último alarido de la moda.
Yo paro la oreja y su conversación va más o menos así:
¡Qué hace que se lo vengo diciendo! “Ya parala que te la vas a sacar”. Y yo, déle que déle. Y que por aquí y que por allá. Yo no hallaba... Hasta que dije: ya no, ya estuvo. Ya ni que fuera. Él no hace por dónde. Para qué... Yo lo trato. Pero nada.
Y ¿cómo sigue?, pregunta la Managua. Pues ahí, contesta la leonesa con tristeza. Ahí va...
Yo estoy regresando de España y tengo que re aclimatar mi cerebro a nuestro lenguaje. Quedo entonces asombrado. ¡Esta señora está compartiendo con la desconocida su tragedia con un hijo que es más picado que el palo del rastro. Y trato de traducir la conversación desmenuzándola en sus componentes. Va más o menos así:
Qué hace: Supone ser: A qué se dedica, cual es su oficio. Pero su picado no tiene oficio ni beneficio. Y entonces caigo, (en la cuenta): En Nicaragua que hace es adverbio de tiempo. Hace tiempos que se lo vengo cantando. Ahora sí.( lo entendí.)

Ya parala que te la vas a sacar. Al principio me asusto. Sacártela ¿de dónde? y para colmo parada. ¡Eso no se hace! Pero la traducción correcta es: Ve hijo, ya no sigás bebiendo que te vas a enjaranar. Es un consejo, una amonestación.
Y yo, déle que déle. Esto tengo que analizarlo un poco más. Déle, déle, me dice el chavalo cuida carros. ¿Contra el poste? Pero este déle déle no es un imperativo reiterado del verbo dar. Significa: Insistentemente; remachar lo mismo una y otra vez. Estar Jiqui, jiqui. jéquere,jéquere, jode que jode.
Y que por aquí y que por allá. Aquí y allá son ambos adverbios de lugar. Y por eso traduzco: Buscando por dónde entrarle; esgrimiendo toda clase de argumentos.
¡Yo no hallaba!, sigue diciendo la pobre mama; y eso está más fácil. Ya no encontraba palabras, argumentos, razones, amenazas o promesas que esgrimir. Ya no hallaba qué hacer con su picado.

Hasta que dije: Ya no. Ya estuvo. Eso es fácil de entender: ¡Ya no más! Sólo le faltó una sílaba. Ya estuvo bien. Sólo le faltó un adverbio. La señora ya está estragada.
Ya ni que fuera. ¿Fuera qué? ¿Sobrada, necia, metiche, idiota, guanaca, soreca, terca, empecinada, corronchuda, improsulta, colevaca, jinca-la- yegua, comején de riel?
Si él no hace por dónde. Ni por casualidad.
Para que. Una de las omisiones más hermosas del habla nicaragüense. ¿Para qué, qué? Pregunta Coronel Urtecho en su poema “Las Poponé”. En Nicaragua para qué no es una pregunta. ¿ Con qué propósito? Sino todo lo contrario. Norma Helena canta bien lindo. Para qué. En esta conversación tiene el significado que le dan los chavalos de hoy: ¿Para qué sí, si no? Para qué insistir con el bolo si no hace caso.
Yo trato. ¿Lo trato mal? Pero nada. ¿En qué quedamos? ¡Si nadara no se estaría ahogando! Pero este nada es el símil de “ni juco”, ni papa, nacaradas conchas, ni miércoles. Todo en vano. Le entra por un oído y le sale por el otro.
Y la Managua, pregunta sinceramente solidaria con su dolor: ¿Y como sigue?

Pues ahí... contesta la leonesa con un adverbio de lugar, pero que en mi tierra indica calidad, condición o estado. El chavalo está más o menos. ¿Más o menos bien? No necesariamente. Mas bien sigue igual que antes. En veces bebe, pero ya es más menos... Ahí va ... ¿Va saliendo del hoyo o ahí va cayéndose en media calle?
Ellas siguieron hablando y yo escuchando y teniendo que adivinar. Eso me pasa por andar visitando España donde no hablan como nosotros. Pero más que su hablar me impresionó la inmediata amistad e intimidad de dos mujeres que apenas se conocen y que en unas horas no se verán ya más. Me alegró ser nicaragüense. Pecho abierto. Que no sólo abre las puertas de su casa sino su propio corazón para que escapen sus tristezas.
Yo tengo muchos amigos en los Estados Unidos. A Richard lo conocí hace veinte años e inmediatamente me dijo: “Call me Dick” lo que me auguraba una entrañable amistad. Hoy lo sigo llamando Dick porque es muy poco más lo que sé de él. Inmediatamente después del How do you do me preguntó what do you do? Porque lo que uno hace es muy importante. Yo le dije que era comerciante. Simpatizamos tanto que me invitó a una barbacoa en el patio trasero de su casa donde, ataviado como todo un cuque y con toda la parafernalia del caso, cocinó hot dogs y hamburguesas para los amigos. Su máxima expresión de intimidad. Y yo se lo agradezco. Ahora trabaja en no sé qué. Que hace que no lo veo y como no lo veo no sé qué hace. Han pasado veinte años y es todo lo que les puedo decir de Dick. Nunca supe si andaba alegre o triste, porque un discípulo de Dale Carnegie siempre anda sonriente. Si me lo encuentro en algún aeropuerto le diré: Hi Dick, long time no see. Somos grandes amigos.

miércoles, 23 de julio de 2008

EL RETORNO DEL CUCHUSAPO

Proclama
Lo creíamos extinto, pero ha regresado. Como la Peste Negra a la India, como la Peste Bubónica o el Cólera Morbus, que se ceba en los mas débiles y en los desposeídos. La gente se pregunta alarmada si habrá escapado del Zoo de la Mariana Sansón, o de alguna cárcel clandestina. Si será una reencarnación del Somo-sismo o solo una ficción de nuestros periodistas o de escritores que no tienen nada (mejor) que hacer.

Pero una cosa es cierta: " He is back ", ha dicho Mr. Maisto. Había dicho "Volveré", como Mc Arthur, y ha regresado, Pol -la D'ananta, Katanta, Paranta, y con él la inseguridad y el terror, el vicio y la zarabanda, la invasión de tierras, la quemazón de llantas y el gusto por lo ajeno. ¡Caramba cuanta insolencia!
Su regreso había sido anunciado en la vieja profecía de el Mambrú:
".. no sé cuando vendrá.
si vendrá por la Pascua
o por las Navidad."
Pero a lo largo de los siglos las huellas de sus pezuñas manchan las páginas de nuestra historia. Es de él de quien nos habla el Gueguence cuando nos cuenta que:
" Solo está esperando que cierre la noche para salir de casa en casa a hurtar lo que hay en las cocinas..."
Rubén constata y nos dice con horror que: " Son incontables sus muertes y daños."
El Padre Azaharías lo llamó : Pan - Tera: El todo-animal, el todo fiera.
" Su faz es horrorosa", nos decía una vez Tinito Lopito, úno de los pocos mortales que pudo contemplar su rostro y que describió con esta cuarteta:
" De su cara, Dios me valga!
se tiene un gesto tan duro
que mas parece la nalga
del gran Cachetón del Puro."
Carlos Mejía nos advierte sinembargo que:
" Se disfraza de espadillo,
se disfraza de mozote,
y se convierte en pocoyo,
conejo, garrobo, cusuco, pizote..."
De sus múltiples rostros y cambiantes colores y convicciones descienden los camaleones, los milicianos del 19 de Julio, los somocistas convertidos en jefes de CDS's, los militantes de la UNO sacados de la chistera pocos días antes de la toma de posesión, y los realineados de la Asamblea.
Sergio Ramirez compiló y codificó sus atropellos y denuestos en la obra: " De Tropeles y Tropelías " que desde su aparición substituye a " El Príncipe " de Maquiavelo como libro de cabecera de nuestros gobernantes.
Algunos testigos afirman haberlo visto en campaña, mas otros modifican "la especie" diciendo es " en traje de campaña " que lo han visto, aumentando así la confusión entre la ciudadanía.
La especie en cuestión, no ha de confundirse con el heróico Cuchusapoyotl, quien fuera objeto de notables estudios realizados, hace casi dos décadas, por un nutrido grupo de científicos nicaraguenses. El nuevo strand pertenece al género rapaces, familia de los predators, que por su virulencia ha sido subdividido por los sabios en malignos y benignos como los tumores. Su mordida es mas temida que la de la Casampulga (Latrodectus Mactans, de los arácnidos ), cuyo piquete, aseguraban nuestros padres, solo se cura comiendo excremento. Lo atraen las tarjetas de La Magnífica, los cepillos y los retratos de políticos en las salas de la casas. No se le conoce antídoto, pero se le mantiene alejado con un tratamiento preventivo de democracia.
Lanzo un llamado a todos los Cuchusapólogos de Nicaragua a cerrar filas y unirse a la tarea de salvación nacional. Al Dr. Carlos Marín, descubridor de la Gata-Lora, al Dr. F. Silva, primero en capturar un Pájaro Uyuyuy Ayayay. A Luis Rocha que fué el primero en cocinar y comerse un Cuchusapo. A Fabio Gadea temido cazador de cuchusapos. A PAC y a todos nuestros ancianos que conocieron del Basilisco, del Sisimico, la Chinchintorra, el Pájaro del Dulce Encanto y la Foforoca.
Carlos Mantica A.
Managua 8 de Octubre, 1994.

La guitarreada donde don Carlos

Por Holbein Sandino R.
A Carlos Mántica hijo por honrarme con su amistad.

Una Noche de martes había poetas, tambien un acordión, dos guitarras y amigas y amigos que cantaban. De telón, las luces de una Managua cansada parecían aplaudir el jolgorio.
El acordión tenía dueño: era del poeta cantor, quien enérgico, incólume e incansable reía y disfrutaba con honestidad. No quiso prestar su instrumento, " se desafina", justificó al joven sonero que lo pretendía. Las guitarras si anduvieron de mano en mano. Un vate canto un tango, otro una cueca, el maestro requintista y su acompañante trovaron el bolero "Sinceridad", un juglar gringo entonó en nicañol Nicaragua Nicaragüita y la altiva y mayestática dama del Ocotal de Segovia alborotó las quiebra platas de las sierras con su canto inexorable.
El aroma de nacatamales, chicharrones, yoltamales, frijoles fritos, chorizos y cuajadas chontaleñas era como un efluvio mágico que habría de hacer perdurable el recuerdo de esa noche tan pletórica de nicaraguanidad.
Y en su poltrona el ínclito anfitrión con su rostro de chigüin feliz, no tenía ni idea del importante hito que fue esa noche de martes para un advenedizo como yo.

Holbein Sandino Ruiz.
sandinohr@yahoo.com

lunes, 21 de julio de 2008

Martes de guitarreadas

Geiner Bonilla Ruiz

domingo@laprensa.com.ni

Me dijeron que en estas tertulias abundaba la música y los chiles; que las guitarras y la comida tenían presencia obligatoria. Reunir en un solo punto a la crema y nata de la música nacional, sobre todo si es en un ambiente más cotidiano, debe ser algo bastante interesante, pensé.

Debo confesar que me he declarado fanático de la voz de Norma Helena; esto y la curiosidad de saber de qué hablan los artistas cuando no están en un concierto, me motivaron a visitar la casa de don Carlos “Chale” Mántica, donde tienen lugar las legendarias guitarreadas, que en sus inicios lograron juntar a personalidades de la música y las letras como Pablo Antonio Cuadra, Luis Rocha o Pedro Joaquín Chamorro.

La idea se ha mantenido por más de treinta años. Llegan, hablan, comen y cantan hasta que la madrugada los sorprenda.

Llegamos después de las siete de la noche. El cantautor Juan Solórzano nos guió hasta una amplia terraza decorada con lo que parecía ser cerámica precolombina. Al frente una piscina que seguro servía para ahogar el aburrimiento de los fines de semana.

En las sillas, acomodadas de manera circular, estaban don Chale Mántica, sus hijos y sus nietos; el doctor César Ramírez, Juan Solórzano, Carlos Mejía Godoy y un grupo de jóvenes. Todos hombres, el toque femenino lo puso la esposa de Mejía. Parecía una reunión familiar y yo un intruso que violaba su privacidad.

En una mesa de centro había bocas al escoger: elotes cocidos, yoltamal con crema, tajadas verdes, cerdo frito, pico de gallo y chimichurri. Más lejos, en una mesa que parecía exclusiva de don Chale, una botella de tequila “Don Julio”.

Escuché a Carlos Mejía hablando del taller Cadena Reventada y de inmediato comenzaron a recitar cuanto rótulo se les viniera a la mente. Como el del Molino “Los Pollo” o aquel señor que escribió “Se vende tortiya”, para atraer más clientes.

—Ve, Geiner, aquí no hay agenda, se habla de todo. Todo es espontáneo; es una tertulia nica —recalcó Juan.

Yo sólo sonreía. Creo que me faltó confianza para incluirme en la conversación. Me limité a escuchar. La plática luego se volcó a las raíces náhuatl de algunas palabras.

Frente a mis narices pasó una bandeja rebosante de tostones y frijoles.

—Éstos son frijoles a la Putanesca —dijo don Chale.

—Ala, será porque cuando te los comés decís ¡A la puta... qué rico! —agregó Mejía, soltando una carcajada.

Después llegó una bandeja con salchichas. “Son chorizos argentinos”, aclaró el anfitrión, como para dejar en claro la calidad de la comida.

La música nunca llegaba, pero los chistes me comenzaron a divertir.

—¿Siempre son ustedes los que se reúnen? —pregunté

—Hoy vinieron de mala suerte, porque no está la Norma Helena, que nunca falla. Está con su papá en el hospital (...) tampoco ha venido Milceades, el de Los Juglares —dijo don César.

—¿Y qué es lo que acostumbran hacer? Todos se ven con una mirada de complicidad.

—Aquí se come, se canta y se platica. A veces sólo se canta. A veces sólo se platica, como hoy... Y a veces sólo se come —explicó Carlos Mántica. Cerca de las diez llegó Milceades, que fue recibido con una lluvia de aplausos.

Luego vinieron recuerdos de la vieja Managua y anécdotas que fueron la semilla de varias de las canciones que hoy escuchamos en los conciertos. Todos explicaron que estas guitarreadas son el fogón donde se cocinan las próximas canciones, y en los inicios de las mismas fue que se musicalizó Cantos de Cifar de Pablo Antonio Cuadra.

Después de un breve silencio, donde al parecer nadie sabía qué decir, Juan comenzó a rasgar tímidamente la guitarra. Don César Ramírez comenzó a cantar “Dos amores teeengooo... que adoooornan mi estaaaancia...” Luego se le unió Carlos, también don Chale y al final todos entonaron la única canción que sonó en la noche.

—Lástima que no traje mi acordeón —se lamentó Mejía. “Será en la otra”.

Ya habían pasado las diez de la noche, tenía ganas de irme a dormir y me despedí de todos. Aunque no encontré el son nica que buscaba, encontré su cuna; y también conocí el futuro de Pancho Madrigal. Ah, tampoco oí cantar a Norma Helena. Bueno, tal vez llega el próximo martes.

viernes, 18 de julio de 2008

Carlos Mántica Abáunza y su Güegüence

José Floripe Fajardo
END - 20:45 - 17/07/2008

El domingo 6 de julio del año en curso, en la segunda página del periódico nicaragüense “El Nuevo Diario”, en artículo escrito por el Lic. Edgardo Barverena S., se publicó a página entera, un artículo referido en diferentes aspectos a la variada, magnífica y recia personalidad del admirado, respetado y querido investigador histórico Lic. Carlos Mántica Abáunza (Gran Chale Mántica); por el contenido del reporte se deduce que es una entrevista a la que él va respondiendo y satisfaciendo la curiosidad del periodista.

Toda la primera parte se trata de la vida prístina y abundante en todo del entrevistado, su nacimiento, su juventud, sus estudios, sus trabajos y sus inquietudes; luego el entrevistador lo lleva al mundo del habla nicaragüense y del Güegüence, áreas que Chale ha estudiado en cantidad navegable y maneja a la perfección. Nadie puede negar las inexploradas profundidades que Mántica ha auscultado en estas dos materias de importancia significativa para todos los nicaragüenses.

Titulo este artículo o sea , porque Chale ha escrito tres o cuatro versiones sobre este personaje del teatro nicaragüense y en ellas ha expuesto argumentaciones muy suyas, aplicadas a protagonizar un güegüence imparcial, con tendencia a favorecer al imperio, olvidando la explotación, los horrores e intereses específicos de los pudientes del sistema capitalista en que históricamente se ha desenvuelto, oprimido, el nativo de nuestro país.

Revisaré unas citas de la entrevista y haré unas reflexiones sobre las mismas:
-“...ha quedado reducida a la música y los bailes”-
Esto es evidentemente cierto, pero ¿quiénes son los culpables de este desastre? ¿Quiénes marginaron los extraordinarios parlamentos del incomparable drama épico nativo, dejando sólo la música y las danzas? Música y danza que no significan absolutamente nada dentro de la importancia sustancial de la obra que, estriba exclusivamente en sus portentosos parlamentos, aún, se puede eliminar todo lo que es danzas y sones y el drama épico no sufre absolutamente ningún daño y, esto más, de los catorce partes musicales que se ejecutan en la obra, sólo uno es de nuestro folklore, el resto son sones del folklore europeo, pero de esto no se dice nada. Esta mutilación la han realizado los manejadores de la cúpula cultural capitalista queriendo ocultar los valores patrióticos, valientes y aleccionadores de la verdadera esencia del libreto.

-“... se piensa que El Güegüence es un teatro de protesta en contra un gobernador español, pero la protesta es contra el contubernio de los gobernadores indios que hubo en Nicaragua dentro de gobierno español”-
Si un nativo está con el honorable cargo de Gobernador, aunque éste sea nativo, está representado a la corona conquistadora y si el pueblo le protesta y le reclama, esa inconformidad popular es contra el poder de la Corona Española; nativo o castizo, el gobernador, simbolizaba la conquista y sus barbaries. Los conquistadores se aprovechaban del malinchismo que ha existido entre los naturales de estas localidades y conociendo que un natural en ese cargo era peor que los mismos bárbaros españoles, los halagaban para ponerlos a mandar a su favor, hay que acordarse de aquellos refranes que dicen:
“No hay cosa peor que un indio repartiendo chicha” o “no hay mejor cuña que la del mismo palo”.

Estoy de acuerdo con Chale sobre que, El Güegüence no es teatro de protesta, claro, es teatro de lucha, auténtico drama épico nativo, teatro popular revolucionario, es una obra política, clasista, oriunda, anti española, anti católica, anti colonialista y anti esclavista. Ante la insistencia de Mántica sobre que el gobernador era un nativo, me pregunto: si el gobernador era un nativo, ¿cuál era la necesidad de escribir una obra tan difícil, tan llena de artificios lingüísticos con el fin expreso de volverla ininteligible al español? El gobernador nativo le entendería y el esfuerzo del camuflaje en los mensajes sería totalmente inútil.

-“... Es una obra que va más haya de lo que nos imaginamos porque tiene música, porque tiene danza y vestuario; tiene doble sentido no sólo del castellano al castellano sino del nahuatl al nahuatl”-
Vemos aquí la clara intención de hacer sobresalir la música, la danza y el vestuario antes que los parlamentos con su doble intención, esencia misma del libreto.

-“... El Güegüence está contra la corrupción, pero al mismo tiempo es corrupto, es contrabandista, evasor de impuestos, no se responsabiliza de sus actos”-
En el Macho Ratón, nombre de este capítulo de El Güegüence, libreto que se está comentando, existe el güegüence corrupto, contrabandista e irresponsable, pero es la trama la que exige al personaje con esa particularidad, con él se está denunciando a la administración española de corrupta, contrabandista e irresponsable; el personaje malandrín es casualmente para que con sus malos hábitos en discusión con las mayores autoridades del imperio, señalar ante la población cómo las autoridades del Cabildo Real son todos corruptos y promotores de la misma corrupción.

De la serie El Güegüence se escribieron muchos libretos, cada vez que las circunstancias lo exigían y había que enterar al pueblo de los horrores que cometían o pensaban cometer los conquistadores, organizaban en atrios o plazas obras de teatro de esta característica, donde aprovechándose del doble sentido de los parlamentos y el mal oído del español para el nahuatl, comunicaban al pueblo sus mensajes rebeldes sin que el conquistador se enterara de la verdad del asunto y no precisamente usando música, danza y personajes corruptos. Se escribieron muchos libretos de este teatro libertador, sin usar sones y danzan; otro aspecto a señalar es que, los machos bailarines que se posesionan de los escenarios y han quedado como símbolo principal de El Güegüence, no existen en la obra; en el libreto no se mencionan esos machos bailarines, se habla de cuatro machos que son el viejo, el mohino, el guajaqueño y el puntero, pero que no tienen ninguna importancia en el desarrollo del tema y además no eran machos bestia equina, eran machos, pero hombres nativos cargadores nativos fuertes que le cargaban las mercaderías al buhonero; el comerciante nativo no contaba con que comprar un macho bestia porque éstos valían el equivalente de doscientos o trescientos nativos jóvenes, sanos y fuertes. La adulteración que le han hecho a la obra es tremenda y debe denunciarse.

-“... en El Güegüence nunca se sabe cuál es la verdad, cuando se aproximan los comicios y todo el mundo cree que va ganar fulano, a la hora de las urnas el resultado es otro. También lo encontramos en el nepotismo, adhesión incondicional a potencias extrajeras y colaboracionismo. Otra característica de El Güegüence es que para ganarse la vida se adapta a cualquier circunstancia, también es pata de perro, busca el pegue fuera del país y su espíritu además es burlón-
Lo de ver al güegüence en la práctica de los comicios, saliendo con un voto no esperado, tal vez es probable, pero encontrarlo en el nepotismo y adhesión incondicional a potencias extrajeras, es imposible, totalmente falso. Las denuncias que en el Macho Ratón se hacen contra esos vicios es la prueba más contundente contra esa afirmación. Ahora, eso de que para ganarse la vida se adapta a cualquier circunstancia, o de que es --pata de perro-- y busca el pegue fuera del país, definitivamente eso no es del güegüence, ésa es característica de cualquier pueblo con hambre. En este caso, El Güegüence lo que haría es organizar la lucha para combatir las razones del hambre.

Nuestro Güegüence, el Güegüence del nicaragüense patriótico, del pinolero verdadero, ese güegüence vive en nosotros, pero vive en nuestra rebeldía, en nuestro espíritu de lucha, en la tenacidad y amor de ser libre; es digno, justo e intransigente con todo lo que viole sus derechos.

Esteliano

martes, 8 de julio de 2008

Lenguaje Coprológico de Nicaragua

Por Carlos Mantica
Mayo 2004

Abordo este tema con gran rubor y prudencia sabiendo que piso sobre terreno muy resbaloso. Mis colegas lo han evadido por temor a embarrar su prestigio, pero urgido por la necesidad, descargo mi conciencia y pongo en sus manos el fruto de mis esfuerzos.

Mi primer contacto con la palabra objeto de este estudio lo tuve de muy niño cuando mi “china” tipitapeña me contó el siguiente cuento: “Estaba una palomita parada en el brocal de un pozo cuando, en eso, vino un gato, calladito tis, tis, tis y brincó para comérsela. Pero, la palomita voló primero y el gato ¡chumbulún! se fue entre el pozo. El gato gritaba : ¡Miauuhogo, miauuhogo! Llegó entonces el chompipe y muy fachento dijo (contoneándose ): ¡Pfien pessos al que lo saque. Pfien pessos al que lo saque! El gallo cacaraqueaba: ¡Kikiriquíi, sáquenlo de allíii!. Finalmente llegó un cabro, se asomó al pozo y dijo: ¡Mieeerda!”

Ese fue mi primer contacto con las interjecciones castellanas. Una interjección de rechazo, de precaución, o de espanto, (¡Mierda que vaya de noche a ese barrio!) que las mamás suavizan con los eufemismos: ¡Meeechas, o Miércoles!, y que ciertamente son menos groseros que sus equivalentes:¡Verga que vaya! O ¡Huevo que me atreva!, de igual significado y que los más vulgares completarían con un: ¡Esta!, (dijo Mena), o ¡Tomá tu pichón dormido!

Siempre en busca de eufemismos recurrimos a nuestro sub estrato náhuatl de donde nos viene la palabra “cuitlatl”. Las damas pueden entonces usarla como substituto de M.... sin ofender a nadie y decir impunemente Comé cuita, demostrando de paso que son gente culta y fina (como cuita de gallina). También al amparo del náhuatl decimos que la regamos o embarramos de ayote ( Sabrosa cucurbitácea del trópico ) para disimular nuestras metidas de pata cuando la churreteamos a la redonda.

Sigamos con los eufemismos. Según el D.R.A.E. la palabra ñaña es de origen Quechua y en Perú significa niña. En Colombia y Panamá: Consentido, mimado en demasía. En Ecuador: Unido por una gran amistad. En Chile: Niñera y en Argentina: Hermano mayor. Conviene saber que en esos países nadie se insultará si les decimos: tu hermano es una ñaña. En Nicaragua es la mismísima Eme, pero aplicada casi en forma exclusiva a la de algunos animales: ñañeperro, ñañemico, ñañevaca. Aunque no puedo asegurarlo con certeza, la palabra cuita parece estar reservada a la de los animales alados, o a excreciones más acuosas.

En uno de mis escritos comentaba la permanencia oculta del verbo nahuatl “cuitla-chihuia” que literalmente significa “ hacer mierda a alguien o algo” y que conservamos íntegramente en su sentido de destruir, desbaratar, o dañar a una persona o cosa. Ya me hiciste mierda el carro.

La expresión puede ser mal interpretada sin embargo cuando cambiamos de hacer a“ hacerse mierda” y en el intento recurrimos a eufemismos poco acertados. Pepito llega agitado donde su mamá y le dice: “¡Máma, máma, Juanito se hizo caca!” Ella tranquila contesta: “No te precupés hijito, limpiálo y le cambiás los pañales”. Pero Pepito aclara: No máma, Juanito se cayó del tercer piso y se hizo caca.” En otras palabras se desmierdó desde el tercer piso y se hizo vizñuca contra el pavimento, que no es lo mismo. (Chiste cruel)

Al imprecar a una persona, conservamos intacta nuestra sintaxis náhuatl: convertimos mierda en pronombre que, como los náhuatls, acentuamos entonces (y sólo entonces) en la última sílaba: Ideay mierdá ¿adonde andabas? ¿Qué querés mierdá? Otra muestra de nuestro Nahuatl Oculto.

Aunque no viene al caso, cierro mis aportes sobre el náhuatl comentando con admiración que nuestros indios llamaron al oro, teocuitlatl, o cuita de Dios. Tal vez por eso los cristianos que llegaron primero a nuestras costas lo buscaban con tanto fervor.

Sigamos con los eufemismos. En el extremo de la pulcritud substituimos la palabra M.... con el críptico sinónimo de Lo que se le unta al queso, aludiendo a la antigua práctica ( real o imaginaria ) de nuestros campesinos de recubrir con excrementos de vaca sus quesos ahumados. Usan también dicho excremento ( cagajón seco ) para ahuyentar los zancudos, quemando las omnipresentes plastas de la finca. Ninguno de nuestros científicos ha explorado su potencial como producto de exportación, para su inclusión en el T.L.C.

En un inodoro de colegio me encontré este grafitti que nos ofrece un último eufemismo de la misma palabra:

Quien venga a este cagatorio

y traiga dura la m....asa

que haga de cuentas que pasa

las penas del purgatorio.

En alguna parte comenté que el humor del campesino nicaragüense es eminentemente escatológico. Baste recordar que es de excremento que el Tío Conejo rellena la sandía para el Señor Obispo. Que el cuento cumbre de nuestro folklore es El Pájaro del Dulce Encanto, bello pájaro mítico y símbolo de la felicidad que, perseguido por todos, se nos escapa una y otra vez y cuando al fin se logra capturar con el sombrero se convierte en mierda al intentar cogerlo con la mano. La ilusión convertida en frustración. Por eso “más vale pájaro en mano...”

De esta escatología campesina se nutren nuestras canciones folklóricas:

Zopilote de onde vienes,

con el pico amarillando,

Vengo de un solar de mierda

que me estaba regalando.... (El Zopilote)

Y también nuestro refranero:

Al que es chancho del cielo le llueve la mierda

No hay chancho que se coma su propia mierda

Es como mierda de sapo que ni huele ni hiede

La encontramos en nuestras frases interjectivas:

¡Ni mierda que es tan barata!

¡La misma mierda, con distinto tufo! ( La misma mona con distinto rabo )

¡A la mierda cajón de hierbabuena! ( No sé si se asocia con la mierdolaga )

¡No andés creyendo, que de repente vas a creer que sos chancho vas a comer mierda.!

¡A la mierda los pastores que la Pascua se acabó!

El Dr. Peña Hernández recoge estas retahílas masayenses: Arturo come maduro, cerote duro....

Sotero, Sotero Gallo, Cayó el cerote, cerotegallo.

También de origen campesino es la creencia de que el piquete de la casampulga, terriblemente mortal, sólo puede curarse comiendo mierda. Aunque no se indica la dosis. Esto no deja de ser curioso porque el Nica es muy dado a dosificar la cantidad de heces a ingerir: Por su simple valor terapéutico o dietético te dirá: ¡Comé Mierda! ( Los niños te la ofrecen rimada: Comé mierda/ con la mano izquierda/, para que no se pierda/ y con la derecha/que es más arrecha.) Pero, según sea su enojo, te dirá progresivamente: ¡Comé mucha mierda! ¡Hartáte un barril de mierda! Etc. Sin embargo hasta la jovencita más recatada puede decir simplemente: ¡Cométe un buque!, porque el contenido de la embarcación ya va implícito en la frase.

Curiosamente el Ser un comemierda no define a alguien como un coprófago (Ver DRAE ) sino que señala un rasgo de carácter: “Sos un pusilánime, un baboso, un dejado, un idiota, un arrastrado, es decir: un almemierda.” que casi siempre pueden substituirse con “Sos un mierdero”.

A pesar de que Mierdero sugiere un lugar en donde abunda (como el basurero municipal o el lago Xolotlan), o un oficio (quizás un comerciante en abonos naturales, un laboratorista que practica exámenes de heces, una compañía limpiadora de tanques asépticos... o un escarabajo rodador) la expresión mierdero señala también un rasgo de carácter:”¡Sos un cerote!”. En su forma más despectiva: sos un mierdocho.

Siempre en el campo de los rasgos de carácter:

El Clasista: Se cree la gran mierda

El Creído: Se cree la divina garza envuelta en mierda.

El Inculto: No sabe ni Mierda.

Al Político: No se le puede creer ni Mierda.

EAn la séptima edición de El Habla Nicaragüense, al hablar de los adverbios de cantidad, comentaba que el significado pleno del ni mierda nicaragüense viene a ser el equivalente filosófico del cero absoluto de los matemáticos. Si alguien dice: Ese señor no sabe nada, damos por seguro que algo sabe de alguna cosa. Pero si dice “No sabe ni mierda” afirma que su ignorancia es absoluta. Dícese también de un reo cuya inocencia ha quedado ampliamente comprobada durante el interrogatorio. Nada vio, nada oyó y ni siquiera estaba ahí. “No sabe ni mierda.”

La expresión puede, sin embargo, ser llevada al nivel de lo ridículo. Siendo estudiante en Granada, un alumno panameño perdió su reloj que habría caído en el excusado, que era “de pon”. Pagó entonces a un mozo para que bajara a buscárselo y después de un rato y “con el agua al cuello” el mozo gritó desde el fondo : Aquí no hay ni mierda... que era lo que más abundaba.

Puede aplicarse también a la ineficacia de ciertas cosas. Un médico con fama de gran investigador recetó a un paciente un cocimiento de los cogollitos del bambú y cada semana inquiría sobre la salud del paciente. Al no haber mejorías, modificaba la receta ordenando sucesivamente cocimientos de las hojas, del tallo, de las raíces, y demás partes del bambú. Un día llegó la esposa al consultorio y al inquirir sobre el estado del paciente la señora informó que, a pesar del tratamiento, su esposo había fallecido. El médico orgulloso de sus investigaciones, dijo entonces a su enfermera: Señorita, tome nota por favor. Ahora si que estamos claros de que lo que es el bambú.... no sirve pa ni mierda.

La misma expresión funge como adverbio de Cantidad en expresiones como:

No se ve ni mierda ( Ni juco )

No te creo ni mierda ( Ni papa )

No me dio ni mierda ( Ni un real )

Durante el régimen sandinista los nicaragüenses sufrieron el bombardeo ideológico de una campaña de televisión que iniciaba sus interminables mensajes con la frase: “Sandino dijo....” La respuesta a tan insufrible campaña amaneció un día escrita con grandes letras a todo lo largo del puente de la carretera que va de Chinandega al Guasaule y decía simplemente: “Yo no he dicho ni mierda” ( Y firmaba ) Augusto César Sandino.

Durante ese mismo tiempo, a ciertos líderes de la Vanguardia Revolucionaria los llamaban “El Intestino Grueso.” ¿Por qué?, pregunté. Porque todo lo hacen mierda.

Siguiendo con los Adverbios:

Denota velocidad: Iba a toda mierda

Pero si digo: Iba hecho una mierda significa que iba desarreglado y sucio.

Y si digo Iba hecho mierda, quiero decir que iba triste, descorazonado, o enfermo.

Denota importancia: Me vale mierda ( Me importa un comino)

Valor o valía: No vale ni mierda ( Ni un céntimo )

Utilidad o capacidad: No sirve para ni mierda ( Si persona, es un dejado, si un objeto, es algo inútil)

Denota situación o estado:

De Desastre: Ya Me llevó la mierda. ( Me llevó la que me trajo. O, Ya me llevó Candanga )

De Ebriedad: Nos pusimos hasta la mierda. ( Hasta el virote, hasta donde dice “Collins” que es lo mismo que decir “Hasta las cachas”)

De Capacidad: El bus iba hasta la mierda.

De Culpabilidad: Está hasta la mierda. (Comprometido o hallado culpable de algún delito )

De Maluquencia, cavanga, tristeza etc: Ando hecho mierda.

Como adverbio de lugar: Usamos la palabra M.... para señalar ubicación o distancia:

Eso queda por la mierda grande. De la mierda para allasito.

Se usa como lugar de destino cuando los mandamos a la mierda. Váyanse a la mismísima mierda. Pero como lugar de evasión o fuga, no es necesariamente un lugar sucio o maloliente: Se cargó ( con ere ) y se fue a la mierda. Aquí la mierda puede ser Miami o París.

Echar a alguien a la mierda es lo mismo que mandarlo a la porra, a paseo, o a freír espárragos. Lo encontramos en este cantar picaresco:

Una tarde de primavera a mi novia yo la encontré (bis)

Como iba con otro novio, si siquiera me volvió a ver.

Después me encontré a mi suegro, Buenos días, le dije yo (bis)

Como iba con otro yerno ni siquiera me contestó

En después me encontré a mi suegra. Igual cosa me sucedió (bis)

Entonces la eché a la mierda y a la gran puta que la parió.

Muy interesante también es su uso como pronombre:

Ya no se me para esta mierda (¿El Reloj?)
Apúrate con esa mierda ( La comida)

Bajáte de esa mierda ( Una escalera )

Esta mierda ya no sirve. ( La televisión )

¿Qué será esa mierda? ( Cualquier cosa )

¿Qué es la mierda? Suena a una disquisición filosófica sobre la naturaleza o esencia del término entre manos, pero suele ser más bien el reto de un picado belicoso increpando en la cantina al que se le quedó se mirando feo. La respuesta del aludido se fortalece entonces saltando del singular al el plural: ¡Ah no! A mí no me andés con mierdas. Salite a la calle y vas a ver. Y el picado: ...¡Sólo sos mierdas!

Esta conversión al Plural es frecuente en asuntos muy serios: Ya oí que andás hablando mierdas del jefe. Ahí te va a llevar la mierda. ( ¿No Será más bien la guardia? ) Mejor, ¡Ve!: Pedrito, Pedrito, cagó cien bolitas, el que hable primero se las traga toditas.

Otro uso muy frecuente es como Adjetivo Calificativo:

El maestro explica a sus alumnos las tonalidades del color negro: Moreno lavado, prieto, Negro azabache, negro charol, ... y pregunta: A ver Pepito ¿y yo que clase de negro soy? Contesta Pepito: “Un negro e mierda, maestro.”

Una lavandería de mierda no es la que se especializa en lavado de pañales, sino la que da mal servicio.

Ahí sólo venden carros de mierda, no anuncia el comercio exclusivo de cargas de excremento, sino que critica la venta de vehículos poco confiables.

Una comida de mierda no supone una cena de heces, sino que expresa una queja por su baja calidad. Pero no siempre, pues puede usarse también como elogio de la cuchara: ¡Que rica que está esta Mierda!

El Diccionario de la Real Academia Española dice que ser una mierda ( Del Lat. Merda ) equivale a: Persona sin cualidades ni méritos. Cosa sin valor o mal hecha. Sin embargo, el difunto Dr. César Zepeda Monterrey, hablando de la falsa humildad de algunos nicaragüenses, comentaba acertadamente que nadie dice: “Es que soy un cerotito, una mierdita o un pedazo de mierda”, sino que presumiendo de su humildad admite orgullosamente: “¡La verdad es que soy la pura mierda!”

El Dr. Cesar A Ramírez F. y este servidor recogieron en su libro Cantares Nicaragüenses, centenares de canciones, coplas y bombas. Más del 6% de las mismas y las más escatológicas proceden de nuestro estudiantado.

Termino este breve estudio con una de esas canciones, obra cumbre de nuestra escatología y que parece ser una parodia universitaria de alguna canción romántica de la época, pues comienza así:

La Plasta

Yo vi una flor hermosa una mañana,

perfumada y graciosa

fresca y lozana

Que bella estaba, qué bella estaba

Sobre su lindo talle se balanceaba, se balanceaba

¡Qué bella estaba!

(Parodia)

Yo vi una plasta e mierda una mañana, una mañana

hedionda y pestilente y con semillas de guayaba

Qué hedionda estaba, qué hedionda estaba

Con el montón de moscas que la adornaban, que la adornaban

Qué hedionda estaba, qué hedionda estaba.

Y en eso vi que un chancho lleno de angustia la contemplaba

¡Qué hedionda estaba....!

Y al declinar la tarde la plasta estaba, la plasta estaba

bien colorada, resquebrajada

Qué hedionda estaba, qué hedionda estaba

Y en eso vi que el chancho se la jartaba, se la jartaba

Qué hedionda estaba....

Sopló la brisa, sopló la brisa

Y la plasta e mierda voló en cenizas, voló en cenizas

Voloooó en cenizas.

Y aquí la paro, porque lo que es este estudió me quedó como el bambú. Y yo me voy a freír espárragos, antes que mis colegas me cuitlachihuen.

Los 70 años de Carlos Mántica A.

* Y los treinta de “El Habla Nicaragüense” * Aproximación al escritor y aportes de su obra a las Ciencias Sociales
Por María Celina Tapia


Dedicado a la memoria de:

Don Juan Eligio de la Rocha y

Don Natividad de los Campos



Carlos Mántica Abaunza, nacido en León, el 19 de febrero de 1935, es filólogo, nahuatlista, historiador, folclorista, antropólogo, etnólogo, poeta, bohemio, cantante, guitarrista, políglota, deportista --también practica de vez en cuando el “jaibol”--, es cocinero, dibujante, hacedor de vinos y de historias, asesor político sin salario, teólogo, líder religioso, charlista mundial de cursillos de cristiandad, académico, coleccionista, empresario, exitoso padre, abuelo y bisabuelo.

No se puede hablar del hombre-escritor sin remitirnos a sus primeros años, a sus primeros recuerdos, al entorno familiar y sociocultural que marcó indeleblemente su existencia. Sobre ese período Mántica narra algunos acontecimientos: “Me veo con mi gemelo Felipe, arrastrando nuestro propio pupitre, camino hacia la casa-escuela de Las Salvatierra, frente al costado sur del Gran Hotel, donde aprendimos las primeras letras, deletreando O ese o, so: Oso, en el Silabario Catón, bajo la tutela de Doña Chilita”. Su afición por la guitarra data de esta misma época infantil, a tal grado que realizó cursos de este instrumento musical en Costa Rica, cuando sus padres se vieron en la necesidad de exiliarse en ese país en 1944.

Regresó a su patria en 1956, egresado de la Universidad de Georgetown (Washington D. C.).

La faceta de escritor de Carlos Mántica, y del libro que nos ocupa en particular, “El Habla Nicaragüense” -–su obra completa actualmente se conforma por aproximadamente una docena de ellos-- es conocida por una enorme cantidad de intelectuales, profesores de universidades y estudiantes y por todas aquellas personas nacionales y extranjeras interesadas en los temas de nuestra cultura nacional.

En este ensayo haré referencia a su séptima edición (última hasta la fecha), publicada en el año 2003, sin embargo considero necesario mencionar, aunque brevísimamente, la primera y la cuarta edición; la primera por obvias razones y la cuarta, porque, en su momento fue objeto de homenaje por parte de la Academia Nicaragüense de la Lengua, además de evidenciar su evolución a través del tiempo.

La primera edición de El Habla Nicaragüense, que salió a luz en 1973, consta según el autor: “...de cinco partes: Una Introducción, un Estudio y tres apéndices. La Introducción se titula: Orígenes y Desarrollo del Habla Nicaragüense. El estudio se titula: Morfología del Habla Nicaragüense y, como su nombre lo indica, pretende ser un análisis de la forma y características de nuestros vocablos considerados independientemente. [...]. Los tres apéndices finales constituyen, a mi parecer, la parte más importante de este trabajo. Ellos son:

1) Un Diccionario de Nahualismos nicaragüenses [...]

2) Un Diccionario de Toponimias Náhuatl de Nicaragua [...]

3) Un Diccionario Comparativo de las Lenguas Prehispánicas de Nicaragua [...]”, dicha edición fue objeto de estudio y elogios de destacados intelectuales, entre ellos Franco Cerutti, un italiano radicado en Costa Rica y fallecido hace unos pocos años y cuyas palabras aparecen en la contraportada de sus ediciones, y además el prólogo, cuya autoría se le debe a nuestro poeta nacional Pablo Antonio Cuadra.

La cuarta edición de 1998, la integran: La presentación por Jorge Eduardo Arellano, el prólogo que fue escrito para la primera edición por Pablo Antonio Cuadra, una recapitulación de la obra escrita por su autor y presentada en la Academia Nicaragüense de la Lengua a propósito de esta publicación, la introducción Orígenes y desarrollo del Habla nicaragüense, el estudio sobre la Morfología del Habla Nicaragüense y 13 ensayos más que son: Más sobre el náhuatl oculto, El habla, Lazarillo de la historia, Descachimbamiento lexicográfico, Introducción a Lengua Madre, Introducción al Refranero Nicaragüense, Caló Gitano en el Habla Nicaragüense, Dos muestras de nuestra manera de hablar, El hilo azul y los doble-sentidos de El Güegüence. Un ensayo etimológico sobre el Güegüence, Religión y Moral prehispánicas en Nicaragua, Los sacrificios humanos y la antropofagia, Recuerdos de la vieja Managua y Cuando se nos sale la cotona.

En esta séptima edición, a 30 años de distancia de la primera, y a cinco de la cuarta, El Habla Nicaragüense ha sufrido muchos cambios y evolución, (al modo de decir en filosofía: en una “espiral de superación dialéctica”). Se le ha sumado una gran cantidad de nuevos estudios que lo han enriquecido de tal forma que a la fecha, se ha constituido en una breve enciclopedia de la cultura nacional. Cada nuevo estudio, en una cátedra cultural abierta al pueblo. A esta edición se le han adicionado los siguientes ensayos: ¡Así se habla J...!, Evolución de la lengua Náhuatl en Nicaragua, Dos personajes inolvidables, Pura Jodarria, Refranero General, Carta en refranes, La comida nicaragüense, Introducción a Cantares Nicaragüenses, Matagalpa y sus gentes, Con la música por dentro, Pablo Antonio, Sor María y el diablo, Los profesionales aficionados, Tiempo, contexto y trascendencia del Güegüence, ¿Quién fue el genial autor?, Los Sutiavas, Diccionario de Nahuatlismos nicaragüenses, Toponimia Náhuatl de Nicaragua y Recensión a El Habla del nicaragüense. Se han obviado por haber sido incluidos dentro de estudios más amplios: El hilo azul y los doble-sentidos del Güegüence y Un ensayo etimológico sobre El Güegüence.

Aportes a la Historia

Los aportes que Mántica presenta a partir del estudio de la lingüística histórica, los percibimos a través de la exposición de datos que sobre los cambios lingüísticos internos nos ofrece y, a partir de los cuales, descubre las relaciones entre los hechos históricos que se suceden. Plantea, partiendo de interrogantes acerca de lenguas de diferente índole y origen, la naturaleza de esa relación, de cómo se logra el sincretismo producto del contacto histórico entre las culturas y los préstamos resultantes. En su calidad de lingüista histórico y comparativo, estudia las diferentes etapas de una lengua a fin de identificar los posibles cambios que tienen lugar y determinar la relación entre las lenguas relacionadas. La lingüística comparativa se constituye, además, en una metodología de relevancia trascendental para trazar los procesos culturales e históricos. A través de la reconstrucción de una protolengua se puede obviamente descubrir la cultura e historia del pueblo que habla dicha lengua.

En su “Evolución de la lengua Náhuatl en Nicaragua (Desde la Conquista hasta el Güegüence)” nos expone minuciosa y detalladamente la inserción paulatina del castellano en el habla Náhuatl a través de las relaciones sociales que se dan entre los distintos estratos que conformaron históricamente nuestro pasado reciente, clasificándolo por etapas.

Aportes a la Antropología como Ciencia General de la Cultura

La antropología cultural estudia la conducta humana que es aprendida, en tanto la cultura es la manera principal en que los seres humanos se adaptan a sus ambientes. En general, su objeto de estudio es la historia de la cultura de la humanidad, esto incluye costumbres y creencias, entre otros. En su estudio “! Así se habla J...!”, Mántica, esbozando una recapitulación de su obra, elabora todo un estudio antropológico, mediante el método etnográfico, que en lo fundamental presenta dos fases: el trabajo de campo y la descripción de los resultados. El trabajo de campo implica la observación y la participación en la vida cotidiana de las personas, de esta manera es como el autor ha visualizado la cultura del nicaragüense, la cultura de su propio pueblo, como un sistema de patrones interrelacionados. Este método es utilizado de manera particular en sus estudios antropológicos y sociológicos, y a partir del mismo, el autor elabora una lista de costumbres que caracterizan culturalmente al nicaragüense y lo diferencian de personas de otras nacionalidades. Las costumbres están ahí, todos lo vivimos, pero nadie “se fija”, es el ojo del investigador el que hace que nos apropiemos de ellas y nos veamos reflejados en nosotros mismos. Tomemos como ejemplo: cargar en nuestro equipaje comida nacional aún cuando al lugar hacia donde nos dirigimos pueda haber de lo mismo o, en otro caso, despedirse de un familiar, generalmente cuando el viaje se realiza por vía aérea, la despedida carece de sentido sin las lágrimas bañando el rostro, aunque el viaje sea por un fin de semana, etc., otro aspecto importante de nuestra cultura retomado por el autor es la forma de medidas utilizada por las vendedoras en el mercado: por contada, por manos y muchísimos elementos más.

Aportes a la Antropología de la Religión

En relación a este aspecto, el autor, partiendo del análisis de las toponimias percibidas como una tendencia, elabora una serie de observaciones previas y posteriores. Metodológicamente se trata de un estudio longitudinal retrospectivo desde una perspectiva sincrónica, en tanto sus anotaciones se refieren a un período largo, pero concreto de nuestra historia –-época prehispánica--. Los aportes más significativos al respecto, se encuentran insertados en El Habla, Lazarillo de la Historia, donde él mismo en 1970 afirmaba lo siguiente: “...en las toponimias de nuestro territorio descubrimos el nombre de los númenes y dioses que adoraron sus pobladores y conociendo de esta manera su mitología y teogonía, podemos identificar raza, cultura, antigüedad y lengua...”

A través de las toponimias, descubre cuáles fueron nuestros dioses prehispánicos y la pertenencia de los mismos a épocas y culturas diferentes.

Aportes a la Etnolingüística

Los antropólogos lingüísticos estudian el lenguaje en su contexto social y cultural a través del tiempo. Se reconstruyen lenguas antiguas mediante la comparación de sus descendientes contemporáneas y, al hacerlo, descubren nuevas facetas en su historia. Se estudian además las diferencias lingüísticas para describir percepciones y patrones de pensamientos diversos en una multitud de culturas. La variación lingüística va también asociada a las divisiones sociales. Esta temática es abordada por Mántica en su estudio Evolución de la Lengua Náhuatl en Nicaragua (Desde la conquista hasta el Güegüence). En la Etapa I hace especial énfasis en la permanencia casi absoluta de la lengua náhuatl sin sufrir cambio alguno, a pesar de las diferencias lingüísticas imperantes en los estratos sociales en referencia como producto de la falta de integración entre los mismos en los años transcurridos de 1522 a 1560, ya que la confrontación impidió un trato personal fluido entre “conquistados” y conquistadores.

La Etapa II, correspondiente a los primeros años de la Colonia, desde 1560 hasta aproximadamente mediados del S XVII --casi cien años--; el contacto directo entre ambas culturas se fortalece. Al náhuatl se le empiezan a agregar muchas palabras del castellano, casi exclusivamente nombres sustantivos: caballos, mulas, hacha, cuchillo, bisagras, camisa, gobernador, alcalde, la nueva moneda: el Real de Plata de mediados del S XVI.

En la Etapa III, aproximadamente de 1650 al año 1700, Mántica ha aportado a esta ciencia los siguientes elementos:

Utilización de verbos, pronombres, preposiciones y conjunciones, que en el náhuatl no existen como palabras aisladas, sino incorporadas al sustantivo, al adjetivo o al verbo. Algunos cambios al pluralizar, sin perder la sintaxis náhuatl que aún hoy se conserva. Inclusión de algunos sonidos españoles inexistentes en el habla náhuatl: b,d,f,g,j,r,y,v. Surgimiento de los primeros hibridismos en los que un sustantivo castellano es modificado por un adjetivo náhuatl: carreta nagua, mano pachona, etc. Unos 40 verbos tomados en préstamo, pocos en relación con 720 sustantivos castellanos. Inicio de la castellanización de palabras náhuatl (que continúa hasta la fecha), agregando la terminación verbal española “ar” o los prefijos “a”, “en” y “des”. Ejemplos: cipear, coyotear, chilear, melenquear, mecatear. Atilintar, enzacatar, apocoparse, encolocharse, etc.

Aportes a la Etnohistoria

La etnohistoria es una ciencia que abarca los relatos orales y escritos del pasado de una cultura. Para ello se dispone de relatos de siglos realizados por comerciantes, viajeros, exploradores, misioneros, etc. Mántica, especialista en esta ciencia, ha contribuido a la misma, de manera especial con su estudio El Habla, Lazarillo de la Historia, mismo en el que elabora su tesis acerca de las migraciones indígenas anteriores a la llegada de los españoles y al origen de los niquiranos o nicaraguas.

De forma resumida señalo los principales aportes del autor a la Etnohistoria, quien comenzando de sur a norte expone lo siguiente:

En la provincia de Nicoya los nombres geográficos son mayoritariamente chorotegas. En Granada, Rivas y parte de Carazo, son nombres náhuatl: Ometepe, Nicaragua, Ochomogo, Moyogalpa, Jinotepe, etc. En Masaya y el resto de Carazo (Antigua Manqueza), son todos chorotegas: Nandaime, Niquinohomo, Diriá, Diriamba, Monimbó, Diriomo, etc. En Managua, tenemos nuevamente toponimias náhuatl: Xolotlán, Xiloá, Asososca, Acahualinca, Ticuantepe, Ticomo, Tipitapa, Apoyeque, etc. En León Viejo, otra vez son chorotegas: Nagarote, Imabite, etc. En León Nuevo, son sutiavas: Maribios, etc. En la Zona del Golfo, reaparecen los nombres náhuatl pero con el sufijo gentilicio Tecate (ega) inexistente en el resto del país: Pozoltega, Chinandega, Tezoatega (El Viejo), Chichigalpa, etc.

Aportes sociológicos

Las sociedades están compuestas por actores individuales y para entender a la sociedad se debe comprender cómo estos actores sociales toman decisiones, organizan sus vidas e influyen y son influidos por otros en lo que se llama interaccionismo simbólico, mismo que supone que el comportamiento humano está determinado por los significados que las personas atribuyen a dicha situación.

En su ensayo sobre los Recuerdos de la vieja Managua, visualiza esta época desde la perspectiva interaccionista, en tanto centra su atención en las comunicaciones cotidianas reales y en el comportamiento de las personas y grupos. Aporta, además en este caso particular, a la Sociología Urbana en tanto nos narra una época en particular de una ciudad: la Managua de los años 40 hasta antes del terremoto del 72.

El autor describe con la nitidez y pulcritud que caracterizan todos sus estudios, la vida social y cultural capitalina, la conformación social de los barrios y la importancia insustituible de los mismos en la capitalización de relaciones sociales estables, los medios de transporte, la ubicación de las instituciones más importantes, los espacios verdes y de recreación, el Lago de Managua y el Malecón, los parques como elementos aglutinadores de grupos sociales concretos creadores de afectos, las representaciones culturales y artísticas, las iglesias, el comportamiento social de los jóvenes: sus gustos, aficiones y valores. Además, logra hábilmente que nos apropiemos subjetivamente de la distribución espacial de su entorno geográfico y de aproximadamente 30 años de evolución histórica de la ciudad y de las cuales las nuevas generaciones no tienen siguiera la más remota idea.

Aportes Filosóficos

La filosofía se formula con las palabras más vivas de la lengua. En tanto la misma es de por sí, la primera interpretación intelectual de la realidad, su sintaxis corresponde a un estilo mental, a una manera de vivir. Significa, además, la acumulación de experiencias seculares, que en nuestro caso resume la historia de nuestro pueblo. Esta acumulación de experiencias es, precisamente, la filosofía, en tanto la misma consiste en formular expresiones de uso generalizado entre las personas que reflejan una sabiduría popular transmitida oralmente y que influyen en la vida de las mismas. Son además, necesarias para la orientación, para saber qué pensar y consecuentemente qué hacer o qué actitud tomar en la cotidianidad.

En su Introducción al Refranero Nicaragüense, Mántica ha señalado que los refranes brotan de algo sencillo y tan cotidiano como es la observación de la realidad que nos rodea. El refrán extrae de ella una verdad que puede ser aplicada a circunstancias distintas que se conserva a manera de enseñanza, guarda además, una sabiduría popular nacida de la experiencia transmitida oralmente.

Aportes a la Ética

La Ética, como ciencia social, se deslinda de la filosofía. La misma contribuye a fundamentar o justificar cierta forma de comportamiento en una sociedad determinada, a la vez que revela la relación entre el comportamiento moral y las necesidades e intereses sociales.

Mántica ha recogido en su Refranero algunos que muy claramente dictan normas de comportamiento moral o que inculcan valores propios de la sociedad de la cual surgen, veamos los siguientes ejemplos: El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija, El que busca encuentra, El que canta su mal espanta, vale más solo que mal acompañado, El que come montado no pierde ganado, el que no se arriesga no pasa el mar, etc. Existen otros refranes que nos indican lo que no se debe hacer: El que da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro, Si eso le hace el agua a los caminos, que no le hará a los intestinos, entre otros muchos...

(Editado por Zayda García)